Después más de un año de lucha contra el cáncer y de remover todas las redes sociales en busca de ayuda y solidaridad para poder costearse un tratamiento más eficaz, el mallorquín David Mejía ha fallecido finalmente a los 29 años como consecuencia de la enfermedad.

Así lo comunicaron ayer jueves en Palma sus familiares y amigos más cercanos, que escribieron un cariñoso mensaje en su memoria en la cuenta de Instagram davidcontraelcancer.

"Hoy una estrella más brilla ahí arriba. Pocas personas consiguen llenar tantos corazones, iluminar tantas vidas", manifiestan. "Y él lo ha hecho con todos y cada uno de nosotros siempre. Damos gracias a la vida por haber podido tenerle como ejemplo de fuerza, pasión y amor por todo lo que hacía y todos los que le rodeaban", expresan.

Y prosiguen con la carta: "David nos ha dejado hoy (por el jueves), y lo ha hecho lleno de amor y agradecimiento por estos meses de apoyo y cariño por parte de todos vosotros. Gracias por darle fuerzas día a día para seguir con una sonrisa. No olvidemos nunca la gran persona que es y será siempre para todos los que han podido conocerle. Ahora más que nunca hay que ser fuertes y valientes como él lo ha sido hasta el último minuto. Siempre serás nuestro ángel David. Difícil expresar con palabras cómo te vamos a echar de menos amigo".

A David Mejía los médicos le encontraron un tumor que afectaba a uno de sus pulmones después de acudir al hospital tras unas semanas de tos persistente.

Tras iniciar el tratamiento y extirparle un pulmón, la enfermedad se recrudeció, pero David Mejía no se dejó llevar por el desánimo.

Todo lo contrario, sacó fuerzas de flaqueza para iniciar una cuestación a través de una plataforma para recaudar dinero con el que poder pagar un nuevo tratamiento, señalando además el camino para otros enfermos y lanzando mensajes de esperanza para todos ellos a través de las redes sociales.

El joven luchador no abandonó nunca su contagioso optimismo y logró reunir, gracias a la solidadridad ciudadana, un total de 23.000 euros para poder iniciar el costoso tratamiento valorado 45.000. Finalmente, no fue suficiente, pero el joven de s'Arenal consiguió transmitir su entusiasmo a cientos de afectados por la enfermedad.