La Navidad es una época nefasta para las parejas. Lo dicen las estadísticas: un gran porcentaje decide romper su relación durante estas fiestas. Los datos del Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) confirman que un 26 % del total de divorcios españoles en el año 2018 tuvieron lugar después de las fiestas navideñas.

Durante estas fechas, no solo las relaciones nuevas están en peligro, también las que llevan más tiempo. Algunos de los motivos principales son el cambio de la rutina, la falta de atención, la intensidad o presión y las prioridades de cada uno.

En primer lugar, las navidades rompen con la rutina diaria y suelen restar tiempo para compartir en pareja. Que si cena de empresa, que si la comida con los amigos de la infancia, con los de la universidad, diversas quedadas familiares e incluso algún viaje.

La Navidad hace que la agenda se apriete al completo y lo que antes era sota, caballo y rey ahora se compile todo en unos pocos días. Eso motiva pérdida del tiempo dedicado a la pareja, algo que perjudica la estabilidad.

En ocasiones, el cansancio y la fatiga hacen que se cuide menos a la pareja, se le dedique menos tiempo y el que se le dedica sea de menor 'calidad', al menos según los ojos de la parte contraria. Si la cosa ya andaba tocada, en ocasiones esto es la guinda del pastel y acaba con la relación.

Prioridades

Por otro lado, la presión que se vive en estas fechas también pasa factura. La Navidad es un momento en que, si la relación ha empezado hace poco tiempo, se puede plantear la posibilidad de presentar a tu pareja a la familia. Puede que a raíz de esto te des cuenta de que no es lo que quieres en este momento y la presión acabe por forzar una ruptura precipitada.

Por último, un problema que afecta a todos: las prioridades. ¿Con quién pasar las fechas importantes, como organizar las vacaciones? Si la relación ya estaba fracturada puede que esto termine de romperla. Si cada uno organiza sus planes sin contar con la otra parte, y la otra parte espera que se cuente con ella, generará crispación e incluso decepción. Si los dos están en la misma onda, no habrá problema.

En cualquier caso, los psicólogos recomiendan tener una comunicación fluida y sincera con tu pareja para intentar solucionar todos estos problemas. Una buena charla a tiempo puede salvar la relación.