Oriol Balaguer lleva toda la vida trabajando con el chocolate por una simple razón: es un ingrediente que le hace sonreír. Ayer, en el VI Certamen Nacional de Gastronomía en la Escuela de Hostelería de la UIB, le hicieron un reconocimiento por su trayectoria, algo que le ilusionó pero que quiere decir "que ya nos vamos haciendo viejos".
P ¿Es cierto que cuando era pequeño hacía ensaimadas de plastilina?
R Totalmente. En lugar de jugar a lo que jugaban los niños de mi edad, yo hacía cruasanes y ensaimadas de plastilina.
P ¿Sabe por qué se interesó, siendo aún un niño, por la repostería y el chocolate?
R Mi padre era repostero, pero no es que lo viviera en casa porque mis padres se separaron. Al final a veces acabas haciendo lo que ves que hacen tu padre o tu madre en casa, pero no es lo que ocurrió conmigo. Creo que en mi caso lo llevo en la sangre, en el ADN. Debe ser una mezcla de vocación y convicción. Lo llevo en las venas.
P A usted se le puede decir que lleva toda la vida trabajando con el chocolate. ¿Es este un ingrediente que sigue sorprendiéndole?
R Por supuesto, es nuestro oro líquido, un ingrediente mágico que gusta a todo el mundo. Me emociona, me sorprende. Trabajar con él me hace sonreír.
P Ha horneado su carrera en dos ciudades, supuestamente enfrentadas. ¿Qué dulces hay que poner en la mesa de negociación de ERC y PSOE
R Creo que un bombón de vainilla, que tiene mucho perfume y lo suavizará todo.
P ¿No se animaría a abrir un espacio en Mallorca para vender sus creaciones?
R Llevo mucho años viniendo aquí, tengo mucha relación con la isla. Pero en un momento dado decidimos que teníamos suficiente con los locales de Barcelona y Madrid.
P ¿El de la repostería es un mundo muy competitivo?
R Sí, pero la competitividad te hace crecer y te ayuda a ser mejor profesional, además de promover el crecimiento del sector. La rivalidad, en el buen sentido de la palabra, te pone las pilas.
P La gente cada día mira y cuida más lo que come. ¿Este tipo de movimientos le han hecho cambiar el recetario?
R No. Es normal que haya estas tendencias, habrá más, siempre han existido. Pero al final, para sentir placer tienes que comer mantequilla, bombones, cruasanes? Siempre con moderación. La vida es equilibrio.
