A unos les duele y a otros les alegra, pero el hecho es que el otoño ya ha hecho acto de presencia. Las temperaturas han bajado notablemente, aunque los cielos sigan despejados, en comparación con las temperaturas propias de verano registradas los últimos días. Esto podría deslucir la boda del año, que se celebra este fin de semana en Pollença. El tenista Rafa Nadal y Mery Perelló contraerán matrimonio en sa Fortalesa, un lugar con un entorno lleno de naturaleza bañado por el mar y las montañas.

Si bien es cierto que en una boda de estas características todas las opciones -incluso la de lluvia- están previstas y no son un inconveniente para que se celebre, no deja de ser un disgusto. Además, otro de los puntos en contra con los que se ha topado la boda, son las manifestaciones y actos reivindicativos en Barcelona, como los del aeropuerto. Algunos invitados podrían verse afectados por la huelga general convocada en Cataluña mañana y no llegar a tiempo a la boda, o bien volar desde alguna otra ciudad que no sea la capital catalana.