Ghislaine Maxwell fue compañera sentimental y buena amiga del multimillonario Jeffrey Epstein, quien se quitó la vida en su celda el pasado 10 de agosto. Varias mujeres acusan a Maxwell de ser partícipe en la captación de menores para las fiestas a bordo de los fiestas Lolita Expressy en las islas privadas del magnate de las finanzas.

Maxwell mantuvo una estrecha relación con Mallorca durante sus primeros años de vida. No hubo vacaciones durante su infancia que no visitara la isla con su familia.

Fue su padre Robert Maxwell la gran cabeza visible del grupo de comunicación británico Mirror, quien visitaba con asiduidad el archipiélago hasta el punto de amarrar su yate, Lady Ghislaine, en el Club de Mar de Palma. Una impresionante embarcación de 430 toneladas y 55 metros de eslora que, según Maxwell, "entusiasmó" incluso al rey Juan Carlos.

Durante años, este barco bautizado en honor a su hija más pequeña, la propia Ghislaine, su ojito derecho y la menor de nueve hermanos, tuvo base en el amarre 6106 del Club de Mar, emplazado en el pantalán más alejado de los locales sociales de la zona.

El empresario de la comunicación falleció en extrañas circunstancias, en noviembre de 1991, durante una travesía que partió de Mallorca, atravesó el Estrecho de Gibraltar, hizo escala en el puerto de Funchal (Madeira), y finalmente puso dirección hacia el archipiélago canario, destino al que no llegó con vida.

El yate 'Lady Ghislaine', en el Club de Mar. DM

El cuerpo de Robert Maxwell fue hallado muerto a varias millas de la costa canaria y su hija pequeña Ghislaine se trasladó hasta el lugar donde ocurrió la triste noticia.

Su inesperada muerte supuso un gran varapalo para la familia, que estaba sumida en apuros económicos y que, un año después de su fallecimiento, pusieron a la venta el yate Lady Ghislaine por más de 12 millones de euros en el puerto de Antibes, en Francia.

Tras la muerte de su padre, Ghislaine trasladó su residencia y puso rumbo hacia la ciudad de Nueva York, donde se asentó y conoció a Jeffrey Epstein. Maxwell continuó llevando la vida acomodada a la que siempre había estado acostumbrada.

El haberse criado en una familia de la alta sociedad británica ayudó a que Maxwell tuviera multitud de contactos a lo largo de Europa y Estados unidos, entre los que se incluían políticos influyentes y miembros de la Familia Real de Inglaterra. Por otra parte, Epstein tenía la capacidad económica suficiente como para poder llevar a cabo todo lo que desearan.

Las víctimas de Epstein señalan a Maxwell como la principal cómplice de Jeffrey Epstein dentro de la presunta red de explotación de menores en la que implican al multimillonario, e interpusieron una demanda contra ella en 2015.

Desde las acusaciones, Ghislaine Maxwell desapareció de la vida pública y la última vez que se la vio fue en 2016. Sin embargo, el New York Post la descubrió recientemente en una hamburguesería de Los Ángeles mientras leía un libro.

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