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Estilo de vida

En la piel de un influencer: ¿Qué hay detrás de la profesión de moda?

Uno de cada cuatro jóvenes considera que se trata de un trabajo y a más del 60% les gustaría vivir como uno de ellos de manera temporal

Muchos jóvenes de hoy sueñan con ser influencers. / Fotos de Jorge Vega Jorge Vega

Ser influencer es sin duda un sueño para muchos. Uno de cada cuatro jóvenes españoles lo considera la profesión top del momento y a más del 60% les gustaría ser influencers, al menos por un fin de semana, un mes o un periodo temporal. Pero, ¿es de verdad su vida tan idílica como nos muestran en redes?

Para averiguarlo, decidí ponerme en su piel durante 48 horas y participé en el concurso Festivaleando organizado por una conocida marca de bebidas, que por segundo año consecutivo invitaba a jóvenes de toda España a vivir "mejor que un influencer". Una experiencia muy exclusiva, con viaje, hotel cinco estrellas, todos los gastos pagados y acceso a la zona VIP acompañado de tres amigos en tres de los festivales de música con más tirón del verano.

Lo cierto es que la aventura no podía sonar más apasionante. Sin embargo, a medida que iba acercándose la fecha, escuchaba en mi cabeza a modo de 'loop' la pregunta de '¿qué hace una chica como tú en un sitio como éste?' Sí, ya sólo el hecho de que mi cerebro rumiara esa contagiosa melodía compuesta por los Burning para la película de Fernando Colomo en 1978 reafirmaba mi intuición de que tal vez me haya quedado un poco anclada en el pasado.

"Créetelo. Para hacer esto no hay que tener vergüenza" - Aránzazu Santos, fest-master

Pero bueno, viendo el cartel del Mad Cool de este año, protagonizado por el indómito Iggy Pop de los Stooges, el desaliñado Robert Smith al frente de The Cure y el impertérrito Billy Corgan con los Smashing Pumpkins, pensé, genial. Regreso al pasado. Me acordé de mi etapa quinceañera, en la que disfruté de la escena postpunk y gothic rock de una pequeña ciudad de provincias, y eso hizo cuestionarme si ese poso no estaba aún más lejos de resultar 'cool' según los parámetros de moda actuales.

Pasados esos obstáculos mentales iniciales, decidí dejar de lado los prejuicios y meterme en el papel de una influencer. "Créetelo", me recomendó Aránzazu Santos, una de las ganadoras de la edición anterior, que en esta ocasión formaba parte del equipo de fest-masters, compuesto por gurús de moda, maquillaje, fotografía, música y life style. "Para hacer esto no hay que tener vergüenza", me advirtió.

Como no quería sentirme desubicada y puesto que se trataba de influir, esperaba hacerlo para bien, así que decidí pedirle consejo a Susana García -alias Susana Banana-, diseñadora de moda, estilista e influencer madrileña, con ni más ni menos que 32.900 seguidores en Instagram, conocida por quedar tercera finalista en el reality 'Quiero ser':

Consejos de estilismo(por Susana Banana)

1) Las faldas midi, destacando los tejidos de satén, son una opción segura que además te permitirá ir muy cómoda.

2) Los leggins de ciclista son el hit de esta temporada y, aunque no a todo el mundo le gusta esta tendencia, son geniales para conjuntarlos con una camiseta o sudadera XXL, unas Converse o 'uggy shoes' e irás perfecta para la ocasión.

3) Si eres una friki de las lentejuelas... ¡es el momento de lucirte! Shorts, tops, kimonos... ¡todo vale!

4) Las gorras estilo 'baker boy'. Siempre que he ido a algún festival me he llevado una porque son cómodas, te protegen del sol y le da un toque muy chic al look.

5) Las gafas no pueden faltar en tu outfit de festival, XL, minimalistas, con pasta, sin ella... ¡la que quieras, pero lleva siempre unas encima!

6) No nos olvidemos de los flecos y las plumas, si te quieres sentir Coachella, ésta será tu opción favorita: bodies de flecos o tops con detalles de plumas.

7) Y como último tip, pero no el menos importante: los accesorios. Ya sean collares, pulseras, sombreros, pendientes llamativos, anillos XXL... le darán a tu look un toque muy personal.

Aunque la moda es algo que me divierte, no quería sentirme disfrazada, así que traté de adaptar esos consejos a mi estilo y a lo que tengo en el armario, puesto que no quería tener que llamar a las puertas de una marca y sentirme como Belén Esteban en su primera boda, con su entonces querido Fran, cuando ningún diseñador famoso quería vestirla.

Solucionado el tema estilístico, debía centrarme en lo importante, dar vida a mi abandonadísimo perfil de Instagram, el canal por antonomasia de todo influencer que se precie. Dudé entre utilizar mi nombre real, como lo hace María Pombo o Paula Echevarría, u optar por un pseudónimo, como Madame de Rosa o Lovely Pepa. Tras darle muchas vueltas pensé, que si tenía que hacer esto, lo mejor era utilizar un álter ego. Y así, actualicé mi cuenta para dar un soplo de aire fresco a mis seguidores. Pocos, pero de calidad, como suele decirse.

Fotos, fotos y... ¡más fotos!

Nada más entrar en el recinto, nos recibió el equipo de Ron Brugal y Acentoenlacé, impulsores y organizadores del concurso, y nos presentaron a todos en una charla conjunta para conocernos un poco más. Después, los verdaderos influencers mostraron su disposición a atender a los medios y responder a nuestras preguntas, siempre con una sonrisa. Una vez terminada esa parte, era momento de grabar el vídeo promocional. Una y otra toma se sucedían sin parar, corriendo en grupo hasta dar con el resultado deseado.

"Hay meses en los que puedo ganar mil euros y otros nada. Muchas marcas te pagan en especie, con productos gratis o te invitan a cenar" - Carlos Madrigal, influencer

Ya finalizada la grabación tocaba someterse a una sesión de fotos muy especial que, además de hacer parada en la icónica noria convertida en símbolo del festival, incluía subir a la zona VIP para sacar increíbles planos aéreos de los conciertos. Con una batería de fotos alucinantes en su tarjeta de memoria, los protagonistas de esta experiencia cumplían con la firma y además tendrían material para alimentar sus redes y conquistar a nuevos seguidores durante las siguientes semanas.

A Carlos Madrigal le gusta sacar fondos espectaculares en sus fotos. Instagram

Carlos Madrigal, un joven odontólogo que lleva en Instagram tan sólo dos años, tuvo la suerte de vivir esta aventura en primera persona. En su perfil -the_world_with_u- cuenta ya con 29.400 seguidores y es imagen de varias marcas. "Lo compagino con mi trabajo, que me encanta, pero le pongo mucho interés porque me gusta mucho la fotografía y viajar y a día de hoy esto es para mí un hobby", indica. Para dedicarse a ello tendría que darle para vivir y el problema es que las ganancias que obtiene, a día de hoy, son muy irregulares. "Hay meses, por ejemplo, en los que puedo ganar mil euros y otros nada y además hay muchas marcas que te pagan en especie, con productos gratis o te invitan a cenar", cuenta.

Carlos prestó especial atención a José Báez, un fotógrafo y periodista malagueño, para aprender nuevos trucos que le ayudasen a imprimir toda esa vivencia en una sola imagen. "Aunque tú vayas buscando el momento, cada festival te da unas cosas diferentes. Lo importante es crearte tu propia imagen de marca", nos contó.

Consejos para conseguir una buena fotografía (por José Báez)

1) Ser natural 100 %. Pero eso sí, sin olvidarse de cuidar todos los detalles para que la foto quede perfecta.

2) Tratar de reflejar tu día a día en tu Instagram dando pistas de tu profesión o tus gustos.

3) Editar siempre la fotografía, aunque la hayas hecho con el móvil. Siempre, eso sí, es mejor hacerla con una cámara profesional. El equilibrio de color es básico.

4) Utilizar los filtros con moderación, en torno a un 60%. Pero en vez de los filtros de Instagram, hay aplicaciones como VSCO o Lightroom para el móvil que ofrecen una increíble paleta de posibilidades mucho más naturales.

Después de tomar buena nota de todos estos consejos, creo que ya estoy lista para ponerlos en la práctica. Me hago un par de selfies sin mucho éxito y entrego el móvil a mi novio para que me haga una sesión fotográfica en los puntos clave del festival. Accede de buena gana pero con la condición de no subir a la noria, puesto que tiene vértigo. Cuando hemos terminado el "trabajo" nos damos cuenta de que hemos perdido unas cuantas horas de música entre una cosa y otra, pero llegamos justo a tiempo para ver a los Smashing. ¡Menos mal!

Sacar el ambiente y algo que represente el lugar en el que estás es otro de los consejos para sacar una buena fotografía. Jorge Vega

No es todo tan bonito como parece

Y esa es precisamente la parte no 'tan guay' del estilo de vida que ansían las nuevas generaciones. Al final, sin darte cuenta, requiere de más horas de lo que parece a simple vista. "Obviamente no es tan duro como el trabajo de un señor que está construyendo una casa, pero cada trabajo tiene lo suyo. Nosotros tenemos que estar todo el día pegados al teléfono y es muy cansado tener que estar constantemente buscando inspiración, ropa, mirar precios... Es un curro que estresa mucho. Hoy, por ejemplo, me tenía que haber llegado ropa de una firma para el festival pero como no me ha llegado he tenido que improvisar y buscar otro 'look' que no hubiese sacado ya en fotos para que la gente pueda ver nuevas opciones", explica Susana Banana. Para Carlos, lo peor de ser influencer es la envidia. "Hay gente muy envidiosa que cuando consigues logros te critica. Si subes una foto sin camiseta, por ejemplo, te dicen "ya está el flipado de turno", pero a mí me da igual", asegura.

¿Cómo conseguir seguidores?

"Hay mucha gente que quiere dedicarse a esto, pero tienes que tener algo, una personalidad y una forma especial de comunicar", señala Susana Banana. La fórmula de Carlos es "originalidad, pura y dura, y no tener prisa". Pero para destacar entre todos también existen trampas detrás de esta profesión. "Claro que se pueden comprar 'followers', 'likes' e incluso comentarios por muy poco dinero", cuenta. Hago la prueba. Tecleo 'comprar seguidores' en Google y me aparece un listado de empresas que ofrecen ese servicio. Entro en la primera, Followers Maker, por ejemplo, y compruebo que podría comprar todos los que quisiera. Y a un precio muy económico. La adquisición de mil seguidores me costaría poco más de cinco euros.

Otra de las participantes, Marta Montaner, disfrutó muchísimo de la experiencia de vivir como una influencer. José Báez

Sin embargo, también hay manera de saber quién recurre a esta opción para subir como la espuma en este mundo. "Hay programas especiales donde puedes ver quién compra seguidores. De hecho, es eso lo que usan las marcas para fichar a gente", advierte Carlos, que sospecha de "algunos perfiles con 300.000 followers pero que no llegan ni a los 100 likes por foto".

En Internet pueden comprarse followers, likes y hasta comentarios. La adquisición de mil seguidores cuesta poco más de cinco euros

Por ello, él recomienda subir de forma órganica. "La gente que quiere ir rápido luego cae más rápido todavía", alerta. "Yo prefiero conseguir seguidores reales, de calidad, que te sigan porque les interesa tu contenido, y hacerlo poco a poco, aunque es cierto que cada vez voy subiendo más rápido porque voy saliendo en más páginas webs, hago promociones de ropa o de relojes y salgo mucho por GoPro, que fue la marca que me catapultó hacia arriba", agradece. Su "meta" es alcanzar los 100.000 seguidores, una cifra para entrar a "la liga de los mayores", dice con una sonrisa, pero "no me obsesiono, no tengo prisa", remarca.

Con todo, tengo clara la teoría, por lo que ahora sólo queda ponerlo en práctica. La clave es la constancia y mucha dedicación para llegar a tener un perfil 'nivel K' -con miles de seguidores. En dos días he conseguido aumentar... ¡apenas 20 seguidores más!, así que los números mayores mejor se los dejo a ellos, que son los auténticos influencers.

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