Unidad y buena sintonía. Esta es la imagen que la Familia Real proyectaba en los años 90 durante sus veraneos en Mallorca. La práctica de deportes, las salidas a navegar tanto en el Fortuna como en la lancha Llamp, marcaban los días de aquellos estíos. Las recepciones oficiales o las visitas de miembros de otras Casas Reales o de mandatarios internacionales seguía siendo una constante. Los jóvenes de la familia se divertían y frecuentaban locales de moda como el Moncloa en la plaza Gomila, salían a navegar y frecuentaban a sus grupos de amigos.

A pesar de que en 1992 se hizo eco de "supuestos problemas privados del rey Juan Carlos", lo cierto es que nadie hablaba abiertamente en España de lo que parecía ser un secreto a voces: la relación de Juan Carlos de Borbón con la decoradora mallorquina Marta Gayá. Más tarde trascenderían los supuestos desplantes en público del rey Juan Carlos a doña Sofía con motivo de ésta y otras relaciones. Sin embargo, esas desavenencias se llevaban con absoluta discreción. Así, el que fuera fotógrafo de Diario de Mallorca Joan Torrelló recuerda un posado en el Palacio de la Almudaina: "Ella [doña Sofía] le arreglaba el cuello de la camisa al Rey. Me parecieron un matrimonio bien avenido".

Lo que en aquellos años se hacía público eran situaciones triviales como que la reina Sofía se dejaba ver por Jaume III de compras o paseando por el Born. Los reyes se sentían como en casa y se permitían gestos de espontaneidad tal y como recuerda Joan Fageda, alcalde de Palma entre 1991 y 2003. "Una noche estando en una inauguración en el Casal Solleric, un guardia me avisó de que la Reina y su hermana la princesa Irene se encontraban en el kiosko de prensa que había en aquel entonces en el Born". Fageda salió a saludar y doña Sofía y su hermana terminaron visitando la exposición. "Eso solo podía pasar en Mallorca", sentencia el exalcalde.

La presencia de los Reyes en Mallorca, cuajada de anécdotas, tiene como constancia la afabilidad del monarca, tal y como recuerda Lorenzo Frau, fotógrafo de este periódico: "Nos hicimos muy amigos. Alguna vez se saltó el protocolo para saludarme y darme un abrazo", recuerda. Frau inmortalizó muchos momentos de los veranos reales en Mallorca y fue el único periodista gráfico que captó con su cámara la llegada de los entonces Príncipes de España para tomar posesión de Marivent.

"Palma, Mallorca y Balears tuvieron una proyección internacional irrepetible", recuerda Fageda. George Bush, Mijail Gorbachov, los emperadores de Japón, Bill Clinton..., aunque no todos recalaron aquí durante el verano, sí que tuvieron como anfitriones a los entonces reyes de España.

En la esfera estrictamente familiar, la de los 90 sería la década de los enlaces y los primeros nacimientos. En 1995 se celebró la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, con lo que el posado en Marivent contaría con un nuevo miembro. En 1997, Iñaki Urdangarin se convertiría en yerno real. Y en 1998 nacería Froilán, el primer nieto de los Reyes, que en 1999 sería el principal protagonista en Marivent. Todo parecía marchar viento en popa en la Familia Real que sólo parecía estar preocupada por la soltería del heredero Felipe.