A las 6:30 de la mañana el sol ya iluminaba la carretera de Lluc y los caminantes, que acusaban el cansancio de una noche en vela, se esforzaban en recorrer el último tramo del trayecto. A tan solo cinco kilómetros del santuario, Sebastià Mascaró, voluntario del Grup Güell, daba ánimos a los marxaires junto a uno de los últimos puntos de avituallamiento. "Los hay que llegan motivados, pero mucha gente está muy cansada y desde aquí les intentamos animar". Sebastià, que nunca ha hecho la caminata, cree que es importante entrenar un poco para afrontar la ruta: "Es duro; son más de 40 kilómetros", puntualiza.

Sentados en el suelo, en el que será uno de sus últimos descansos, Jaime Patón y Carlos Moreno recuperan fuerzas para ultimar la caminata. "El problema son los pies" dice Jaime, que hoy culminará su primer Güell a Lluc. Su amigo Carlos, que acude por segunda vez, refiere que en la pasada edición se quedó en Selva: "Éste será mi primer diploma".

En Lluc, a las 7 de la mañana, voluntarios de la organización habían entregado ya unos 200 documentos acreditativos. Aquí y allí, sentados o tumbados, con las piernas sumergidas en el agua de la fuente, podían verse a los participantes, todos con su título ya, la mayoría con semblante cansado.

Raúl García, que acudía por segunda vez, Marc Ramis y Javier Guirado, de entre 16 y 17 años de edad, formaban parte de una grupo más amplio que se ha ido separando a lo largo de la noche. Nerea Torrens, Cristina Coll y Rosana Emilova habían iniciado la subida desde Selva y Caimari. Dicen que el próximo año partirán desde Palma. José Alberto Díaz y Aarón Martínez, 22 años, llevan varios años acudiendo. Subir a Lluc supone para ellos recordar la adolescencia. Tolo Servera se muestra satisfecho de haber completado su octavo des Güell a Lluc a peu junto a Antonia Lizani. Ella está muy contenta de haberlo hecho por primera vez y de haber ganado así una apuesta que hizo con un amigo.

Recordando al Jefe de Tráfico

Entre los miles de caminantes que completaron la ruta se encontraba el ya septuagenario padre del comandante de la Guardia Civil Francisco José Domingo. El Grup Güell rindió homenaje al que fuera Jefe de Tráfico de la Guardia Civil, fallecido el pasado mes de mayo a los 42 años, por su compromiso con la marcha.