Entre adelfas, álamos, begoñas, chopos y palmeras. La sesión fotográfica [vea aquí las imágenes, eufemismo que utiliza la Casa del Rey para referirse al tradicional posado de la Familia Real en Mallorca, volvió a su escenario favorito, el Palacio de Marivent, tras su visita el pasado año en el Palau de la Almudaina. Cansados ya de las escalinatas o alguno de los bancos más próximos a la casa principal, en esta ocasión, cambio de escenografía. Potenciemos los jardines, esos que el público en general puede visitar unos diez meses al año aunque, para ser correctos, nunca se llega a la zona donde ayer el Rey, la Reina, la princesa Leonor y la infanta Sofía saludaron a los medios congregados, unos cincuenta periodistas, acostumbrados ya al calor. Desde las seis de la tarde bajo el sol.

Puntuales, como es costumbre en estos encuentros, Felipe VI, doña Letizia y sus hijas, bajaron por un caminito y, antes de pararse delante de los fotógrafos, decidieron saludarlos. En esa cercanía, nos dimos cuenta de lo mucho que han crecido Leonor y Sofía, ya casi tan altas como su madre, y del bronceado que luce la Reina. Después, y tras colocarse a una distancia prudencial, comenzó la lluvia de flashes. En todo momento se mostraron muy cómplices y conversando entre ellos.

Hace 15 años que la reina Letizia pasa sus veranos en Mallorca. No empezó con buen pie, recuerden, al asegurar, siendo aún princesa de Asturias, que sus vacaciones en la isla no eran vacaciones sino una obligación. Pero parece que todo ha cambiado. Si ya subrayamos el pasado jueves la novedad de que la esposa del jefe del Estado visitara el Real Club Náutico de Palma por espacio de más de una hora y ejerciera de perfecta cicerone para sus hijas, además de mostrar su interés, hasta ahora desconocida por el mundo de la vela, ayer, y a petición de un periodista que le pidió que hiciera balance de sus veranos mallorquines, la Reina contestó que "cada vez, mejor". A continuación añadió: "De hecho, esta mañana hemos estado visitando Pollença y su mercadillo artesanal y nos ha encantado. Lo hemos pasado muy bien". Y entonces reveló un secreto sobre la reina emérita. "Nos ha acompañado doña Sofía que, curiosamente, no había estado nunca antes allí. En el Puerto de Pollença sí, pero en el pueblo no. A todas nos ha gustado mucho".

No solo ha cambiado -o así lo parece- la actitud de la Reina respecto a Mallorca, sino que también ha modificado su armario. Mucho se ha escrito sobre los looks que había escogido doña Letizia para sus paseos por la isla y sus posados, que parecían muy desganados; para la sesión fotográfica de ayer, la Reina optó por un vestido midi con print floral en tonos rosa y blanco y alpargatas con cuñas color beige. La princea Leonor lució un mono de color blanco con estampado de flores y su hermana Sofía, más sencilla, con una bermuda y una blusa camisa. El Rey, siempre más clásico, se puso camisa blanca con un estampado de flores muy pequeñas en color azul y pantalones azul marino.

Cena en el Portitxol

Tras las palabras de Felipe VI sobre la situación política del país, llegó el turno de escuchar a las pequeñas. La Princesa, que llevó la voz cantante de la conversación, dijo que se lo habían pasado muy bien en el campamento de verano al que ha acudido este pasado mes de julio en Estados Unidos. "Ha sido muy divertido, como ya teníamos amigos de otros años...".

Y tras quince minutos de encuentro, los Reyes junto a sus hijas y la reina Sofía se fueron a cenar a un restaurante del Portitxol. Podría haber nuevo posado el jueves.

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