El aigua amb neu de Can Calent es uno de los emblemas gastronómicos de sa Pobla y, tal vez, el más desconocido para todas aquellas personas que no somos de esta zona de Mallorca. No es ni un helado ni un granizado, más bien se podría definir como una bebida helada que mi amigo murer Sebastià, con parte de familia poblera, me definió como "la mejor bebida de la isla". No creo que sea una exageración ya que además de refrescar sin empalagar, el aigua amb neu es capaz de hacer sonreír a un niño en llanto y, también, de evocar tiernos recuerdos a los adultos que de pequeño la han probado.

La historia de Can Calent empezó hace más de 100 años, cuando en 1914 Xisco Bonnín Fuster -quien de joven trabajaba de zapatero y abuelo de Fina Bonnín, la actual propietaria- empezó a vender café caliente de forma ambulante al grito de "Calent!". En aquel tiempo no había cafeteras eléctricas y él funcionaba como una especie de bar andante, con un pequeño hornillo con el que calentaba la leche. De ahí surgió el apodo familiar de Can Calent.

Poco tiempo después, llegó el helado y concretamente el aigua amb neu. Su nombre remite a los orígenes del producto, cuando no existían neveras y la nieve llegaba en forma de hielo directamente de las montañas de la Serra de Tramuntana, muy seguramente de la zona de Lluc. El negocio pasó a su hijo, también llamado Xisco Bonnín, y de éste, a su hija Fina y su yerno Tomeu Gil, gente sencilla que está orgullosa de este delicioso tesoro, quienes cuentan con la ayuda de su hija pequeña, Maria Victòria.

Todos ellos han guardado bajo llave la fórmula con la que elaboran este producto natural y de producción limitada, una bebida que recuerda a la leche preparada. En los años 80, pasaron a regentar el pequeño kiosco situado en uno de los laterales del Consistorio pobler, donde lo sirven por un euro y medio. "Si viene algún niño y solo tiene un euro, también se lo servimos, solo que es un poco más pequeño", así nadie se queda sin disfrutarlo especialmente ahora que se celebran las fiestas patronales de Sant Jaume y en las que este año han hecho de pregoneros.

El obrador donde lo producen a diario es también su casa y está a escasos metros del kiosco, en el carrer de la Pau, donde lo venden por kilos con el añadido de que, además del aigua amb neu clásico, también hay de avellana y de almendra. Cuando el frío llegue, pararán la producción y para volver a probarlo habrá que esperar unos meses hasta que el calor regrese de nuevo, que normalmente suele ser por Pascua.

Gelateria Can Calent

Carrer de la Pau, 25.

De 9 a 14 horas.

Plaça de la Constitució, s/n.

De 18 a 21 horas.

Sa Pobla

Encargos: 971 54 09 04