De todos es conocida la relevancia que las llegadas de cruceros al puerto de Palma. No es raro que lleguen cuatro y cinco buques en un día, alcanzándose en una ocasión hasta ocho en una jornada, saltando la polémica de si la llegada de tantos buques a la vez puede dar lugar a la saturación del centro de Palma.

Curiosamente el primer pleno de cinco barcos fue hace mucho tiempo, en 1963, concretamente el día 30 de agosto. Ese día arribaron a Palma el President de Cazalet de bandera francesa, procedente de Marsella, que realizaba la ruta semanal con este puerto y perteneciente a la Cie de navigation mixte; también llegó el Independence, trasatlántico estadounidense de la American Export Line que unía puertos mediterráneos con Nueva York, incluido Palma, vino procedente de Gibraltar con 900 pasajeros. Otro que llegó fue el Monte Umbe, de la Naviera Aznar y bandera española, que además era la primera vez que visitaba el puerto y procedía de Mesina, con 436 turistas. El cuarto buque fue el Foch también francés y perteneciente a la compagnie de navigation Fraissinet et Cyprien Fabre, que realizaba su ruta regular entre el Mediterráneo y la costa occidental de África, vino de Marsella, llevaba 400 pasajeros. Finalmente, el quinto fue el Akropolis de Typaldos Lyne, buque de cruceros de bandera griega que llegó con 350 pasajeros. Todos ellos atracaron en los muelles de Poniente excepto el Akropolis que lo hice en el muelle de la Ribera de San Carlos. En total no se llegaron a los 3.000 pasajeros. Hoy, muchos de los buques que llegan superan ellos solos esa cifra.

De todas manera habría que explicar que el método de contabilizar la llegada de buques de pasajeros en estos tiempos abarcaba a cualquier tipo de barco, porque de los cinco que llegaron el President de Cazalet era un buque que hacía la línea regular Marsella Palma y no se le puede considerar una embarcación de cruceros y el Foch, también era un barco que realizaba una línea regular, en este caso entre el sur de Europa(Marsella) y la costa occidental de Francia; y finalmente el Independence era un auténtico trasatlántico que realizaba una línea regular entre Nueva York y puertos mediterráneos. En definitiva, sólo dos buques llegaron ese día realizando auténticos cruceros, el Akropolis que se dedicaba únicamente a este tipo de viajes y el Monte Umbe que, aunque no era un barco que sólo hiciera cruceros, a Palma sí llegó con estos menesteres.

Tuvieron que pasar siete años hasta que se repitió un pleno semejante, fue el 15 de junio de 1970. Ese día coincidieron también cinco simultáneamente y fueron el Caribia, italiano perteneciente a Siosa Line, que venía semanalmente y atracó en el muelle de Ribera de San Carlos; el Camberra, británico de la célebre P&O, que lo hizo en el muelle de poniente sur; el Roma de Aretusa di navigatione (una filial de Lauro Line), también Italiano, en el muelle de poniente norte; el Taras Shevchenko ruso de Black Sea Shipping Company, en la primera alineación del Dique del Oeste; y el Andrea C de Línea C, también italiano, e igualmente en el muelle de poniente norte. En este caso sí que todas las escalas fueron visitas crucerísticas, pero el número de pasajeros tampoco superó los tres mil dado que el Camberra, que podía aportar muchos turistas vino con baja ocupación. De todas maneras, los cinco sólo estuvieron simultáneamente unos minutos, dado que, al salir el Roma, llegado el día anterior, entraba en Andrea C, e incluso ese día realmente se pudieron ver seis buques porque antes de que entrara ninguno de estos salía el británico Southern Cross llegado también el día antes.

Antiguos cruceros, en Palma.

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