El Cala Gat había sido construido en los astilleros que la Naviera tenía en el Mollet en 1936. Fue la segunda embarcación construida por la compañía en dicha factoría, la primera había sido el Cala Mondragó. Cuando empezó la guerra civil la nave estaba con el casco finalizado, pero aún estaba desarbolada y fue utilizada como prisión, no entrando en servicio comercial para la Naviera hasta el final de la contienda, cuando fue finalizado. Durante muchos años unió los puertos de las islas con los de la península y con el sur de Francia, habiendo que reseñar dos incidentes graves, primero fue el embarrancamiento en 1952 en la desembocadura del río Ródano, al quedar enredado entre los restos de un antiguo naufragio. Más de tres meses se tardó en poder zafarlo. Y el segundo accidente grave fue en 1960, y fue otro embarrancamiento, esta vez cerca del Cabo de Trafalgar, el Cala Gat sufrió importantes daños en la quilla y en el sistema de gobierno que debieron ser reparados en Cádiz.
Como consecuencia de la paulatina entrada en servicio para la Naviera de buques con casco de acero, los motoveleros fueron progresivamente puestos fuera de servicio durante los años sesenta, siendo algunos de ellos desmantelados y destruidos por el fuego en Ses Penyes Rotges. En el caso del Cala Gat quedó amarrado al final del Dique del Oeste de Palma mientras se decidía si se reparaba y seguía navegando o por el contrario era desguazado o vendido. Al cabo de cierto tiempo empezó a hacer agua de manera que se tuvo que actuar para evitar que la cosa fuera a más. En 1972 fue finalmente vendido a una empresa británica denominada Vervcroft Ltd, cuyas intenciones eran repararlo, llevarlo al Caribe y allí utilizarlo en películas o para actividades turísticas. El Cala Gat al principio se pensó en llevarlo a Barcelona, pero finalmente fue trasladado al Paseo Marítimo a la altura de la Pedrera y se empezaron a realizar algunas obras, pero pasaron los meses y éstas no finalizaban, hasta que el día 11 de septiembre de 1973 se le abrió una vía de agua resultado de la cual quedó semihundido, escorado y apoyado en el fondo.
Pasó el tiempo y sus dueños no realizaron ninguna labor encaminada al salvamento de la nave que se deterioraba rápidamente desentendiéndose totalmente, por lo que la Junta del Puerto decidió intervenir y a principios de enero del 1974 mediante una grúa flotante de ochenta toneladas de fuerza y la ayuda de dos buzos procedió al reflotamiento. Al primer intento hubo ciertas dificultades, pero finalmente al cabo de una semana fue primero levantado del fondo para después y una vez apoyado en el muelle proceder a sacar toda el agua mediante bombas, pero dado el tiempo pasado bajo el agua y visto su estado, se decidió embarrancarlo definitivamente en el rompeolas de la Riba a donde fue trasladado el día 14 de enero por el remolcador Manacor donde la furia de los elementos acabó con él, finalizando así una vida marinera de 38 años de duración y uno de los motoveleros mejor construido y más apreciado de toda la Naviera Mallorquina.
Se trataba de una embarcación con casco de madera, de tres palos y con una eslora de 35,85 metros de eslora por 9,40 de manga y 283 toneladas de registro bruto, contando con un motor diésel.
