Menorca recibirá la visita de miles de mallorquines este Sant Joan. Muchos ya han realizado sus reservas, pero todavía es posible encontrar un hueco en los ferris que salen estos días del puerto de Alcúdia con destino a Ciutadella. Éste es el trayecto y el medio de transporte preferido por los mallorquines. Los precios, las frecuencias y la comodidad de llegar directamente a Ciutadella son algunas de las ventajas de viajar por mar hasta la isla vecina.

Baleària ha reforzado las conexiones entre Alcúdia y Ciutadella, a fin de cubrir la alta demanda de estos días y alcanzará las seis rutas diarias con el buque de alta velocidad Pinar del Río Pinar del Ríoque se unirá a los servicios del fast ferry Nixe. Más de 8.000 personas viajarán a Menorca con la ruta de Baleària. Las salidas de viernes y sábado tienen una ocupación muy alta, pero todavía hay disponibilidad en varias conexiones, según informa la naviera.

Tal y como ha anunciado la naviera, entre el 21 y el 26 de junio, la compañía ha programado cuatro servicios más desde cada puerto, lo que supone unas 4.300 plazas con el buque de alta velocidad Nixe. En total la compañía ofrecerá 20 conexiones entre las dos islas durante estas jornadas. Así desde Alcúdia habrá salidas entre las 06.00 horas y las 19.30 horas y desde el puerto menorquín desde las 11.00 horas a las 22.00 horas, en función de los días.

Por su parte, Trasmediterránea ofrece los días 21 y 24 de junio tres servicios entre Alcúdia y Ciutadella que saldrán a las 8.30, 15.00 y 20.30 desde Mallorca. La vuelta desde Menorca puede realizarse a las 9.30, las 15.00 y las 20.30. Todavía pueden encontrarse billetes con precios que van desde los 18 euros por trayecto.

Veterano en Sant Joan

Entre los miles de mallorquines que subirán a un barco este fin de semana estará Mané Capilla. Desde 1980 este músico acude, casi sin falta, a su cita con Sant Joan: "El año pasado no pude ir y la verdad es que ya tengo 'mono", afirma. Capilla regresa el sábado a Ciutadella, donde se quedará hasta el lunes. A principios de la década de los 80, cuando fue por primera vez a Sant Joan, tenía 18 años. Desde entonces, el cambio más destacado que se ha producido es el aumento en el número de visitantes, algo que califica como "incómodo" y que provoca, entre algunos menorquines, la sensación de que la fiesta se les va de las manos. A nivel personal, la principal transformación que ha experimentado es el modo en el que vive esta celebración: "Las primeras veces iba 'de mallorquín' a divertirme con mis amigos. Con el tiempo he ido conociendo menorquines y ahora veo Sant Joan desde su punto de vista". Y es que después de casi 40 Sant Joan vividos, Capilla puede presumir de disfrutarlos como uno más: "Sant Joan es algo muy suyo, con ellos entras en la fiesta de otra manera. Te abren las puertas de sus casas, conoces los protocolos y sabes dónde tienes que ir". En definitiva, una manera de estar en la fiesta muy alejada de los excesos: "Mi núcleo de la fiesta es gente de Menorca y ya soy uno más. Por eso me sigue gustando venir".

Para Mané Capilla lo que hace especial esta fiesta son los caballos: "Es espectacular verlos en el centro del pueblo. Impresiona verles saltar y, sobre todo, ver la pasión con la que lo vive la gente de allí. Muchos protocolos siguen siendo los mismos: el primer Toc de Flabiol, el Caragol de Santa Clara... Durante dos días los protagonistas son los caixers y los caballos. Eso sigue igual, no han añadido complementos."

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