Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Con ciencia

Norsiberianos

Norsiberianos

Por más que la ocupación del continente americano sea un episodio tardío „y menor„ de los grandes movimientos de población que tuvieron lugar en el tramo final (hasta ahora) de la evolución humana, el intento de resolver las dudas acerca de los ancestros de los primeros americanos y su lugar de procedencia ha ocupado buena parte de la atención tanto científica como popular. ¿Quién no recuerda la aventura que emprendió Thor Heyerdahl a bordo de su Kon-Tiki en el empeño de demostrar que los polinesios procedían de Sudamérica y no al revés?

Con la llegada de los estudios genéticos, las polémicas como la que abrió Heyerdahl se vieron superadas. O quizá sería mejor decir desplazadas, porque si bien los investigadores de reconocimiento internacional coinciden en que los primeros pobladores de América atravesaron el Estrecho de Behring „el puente de hielo que en épocas glaciares permitía cruzar desde el norte de Siberia a Alaska„, cosa diferente es aclarar su herencia genética. No ya la de los americanos actuales, verdadero paradigma de lo que es una mezcla étnica sin apenas trabas, sino la correspondiente a los nativos americanos cuyos ancestros directos fueron aquellos primeros inmigrantes. Tales nativos muestran una diversidad genética tal que hace difícil precisar de qué población descienden.

Pero el problema se agrava al considerar la propia diversidad del norte de Siberia. Un artículo publicado en la revista Nature por Martin Sikora, investigador del Centro de GeoGenética de la Lundbeck Foundation en la universidad de Copenhague (Dinamarca), y sus colaboradores ofrece un panorama de la demografía del noroeste de Siberia durante el Pleistoceno Superior. Para realizarlo, los autores obtuvieron 34 genomas antiguos procedentes de individuos que ocuparon aquella zona geográfica entre 31.000 y 600 años atrás. Y las conclusiones a las que han llegado Sikora y colaboradores apuntan a la presencia de al menos tres grandes episodios migratorios.

A partir la población digamos ancestral, la que ocupaba en tiempos del Paleolítico el norte de Siberia „ que permanece desconocida hoy por hoy pero que es probable que tuviese vínculos con los cazadores recolectores de la Eurasia occidental„, se produjeron dos llegadas masivas de pueblos asiáticos. La primera constituye los llamados "paleo-siberianos", que guardan relaciones estrechas de parentesco tanto con algunas de las actuales etnias del noroeste de Siberia como con los nativos americanos. La segunda migración, en el Holoceno ya, es la de los "neo-siberianos", los ancestros directos de la mayor parte de los pobladores actuales de Siberia. Como indican los autores del estudio, cada flujo migratorio reemplazó en buena parte la población anterior pero no sin cruzarse con ella. Con lo que el rompecabezas genético se encuentra a ambos lados del estrecho de Behring.

Compartir el artículo

stats