Nueva decepción para España en el Festival de Eurovisión. La canción de Miki puso a bailar a todo el público, pero a la hora de la verdad, sólo los jurados de Rusia y Bielorrusia le votaron, sumando entre ambos siete escasos puntos que, junto con los logrados a través del televoto, le dejaron con 60 puntos en el 22º puesto de la clasificación, con sólo cuatro países más por detrás.

Los pronósticos auguraban que podría rondar el top 10, pero nada más lejos de la realidad. A pesar del batacazo, Miki se ha declaró "superorgulloso" del trabajo realizado.

"Parece que no escarmentamos, yo el primero, diciendo tonterías que si 'top 10' o 'top 5'. Yo creo que nos lo merecíamos, aunque pueda ser egoísta decirlo, porque es la que más ha cantado y bailado la gente", afirmó el artista en declaraciones a los medios al término de la gala celebrada en Tel Aviv.

El joven intérprete catalán, que se ha ratificado en el acierto de la puesta en escena ideada por Fokas Evangelinos, ha comentado que sus sensaciones tras la actuación han sido "buenísimas", convencido de que había sido "el mejor pase" de la delegación española en el festival.

"De esta experiencia me quedo con la familia que hemos formado con TVE. Este año no puede haber ninguna queja ni para bailarines y demás equipo que hemos tenido al lado", subrayó el cantante en defensa de todos sus compañeros y de la corporación pública.

Núñez, que ha reconocido su predilección por el tema del sueco John Lundvik frente a la del ganador, el holandés Duncan Laurence, dijo desconocer las razones de su puesto y descartó que actuar en el último puesto, detrás de dos favoritos como Suiza o Australia, pudieran haberle perjudicado.

"Estoy supercansado, no sé si quiero fiesta o cama", concluyó Miki, que regresará a España este domingo, ya que el lunes tiene previsto grabar el videoclip de su nuevo sencillo, aún sin título ni fecha oficial de lanzamiento, y que ha deseado que "la gente cante y baile 'La venda' durante mucho tiempo"