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Lucha contra la violencia machista

Terapia con un maltratador: cómo desterrar la violencia machista

Los psicólogos hablan de la necesidad de actuar sobre los condenados por malos tratos para evitar que los repitan en el futuro

La violencia física y psíquica se produce entre muchas parejas de puertas para dentro. Shutterstock

Detrás de un "'hijaputa', te vas a enterar" hay un delito de injurias y otro de amenazas. Pero además, puede ser expresión de una historia de maltrato psicológico de largo recorrido. Sin embargo, aunque Carlos no llegó a ingresar en prisión, dado que su pareja no pudo demostrar el maltrato continuado que ejercía sobre ella su hasta entonces pareja. Fue condenado a seis meses de prisión y a la realización de un programa psicoeducativo contra la violencia machista.

Este caso ficticio dibuja un perfil de los hombres que todas las semanas acuden a uno de estos programas, puestos en marcha en cada Comunidad Autónoma para cumplir con la Ley de Violencia de Género, que además del apoyo a las víctimas pretende impulsar un cambio de mentalidad en los maltratadores para evitar que repitan esos episodios de violencia contra otras mujeres.

Hombres de toda condición económica, nivel social, cultural e ideológico se reúnen en las sesiones individuales y grupales de estos programas, que tratan de poner freno a conductas de este tipo. "Son un reflejo de la sociedad, pero sólo de una parte de los hombres que cometen maltrato, puesto que a nosotros vienen los que han sido condenados con penas inferiores a dos años de cárcel, aunque hay muchos otros que cometen delitos parecidos y no han sido siquiera denunciados", indica Jorge Freudenthal, psicólogo que participó en el Observatorio de Violencia Familiar de la Fundación para la Atención Integral del Menor (FAIM).

Son un reflejo de la sociedad, pero sólo de una parte de los hombres que cometen maltrato, otros no son denunciados", Jorge Freudenthal - Psicólogo de Gakoa

A pesar del comprensible recelo de las mujeres víctimas de maltrato, que desconfían de la eficacia de estos programas; el rechazo desde los sectores más machistas, que tratan de derogar la ley; y la oposición de algunos grupos feministas -como ocurre ahora en Valencia- que critican la financiación de estos programas a costa de restar las partidas para las víctimas, los datos objetivos están sobre la mesa.

Muchos comportamientos de maltrato no son denunciados.Shutterstock

"La reincidencia de quienes han pasado por el programa es de un 8%, frente al 20% de los que no", indica Freudenthal apoyándose en los resultados del Instituto Vasco de Criminología, que ha hecho un estudio con los cerca de 2.000 hombres que han pasado por Gakoa -el programa en el que trabaja este experto-, impulsado en 2005 desde el Instituto de Reintegración Social de Euskadi (IRSE) y que forma parte del Servicio Vasco de Gestión de Penas que ofrece el Gobierno Vasco.

Ese mismo año, arrancaba el programa Fénix en Castilla y León, al que han asistido un millar de hombres. "No se han recabado datos, pero hacemos un seguimiento seis meses después de la última sesión y no tenemos constancia de que ninguno haya recaído. No han sido condenados de nuevo y sus familias o parejas no nos han llamado para darnos aviso, pero ojo, eso no quiere decir que no haya vuelto a ocurrir", advierte Vicente Martín, vicedecano del Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León, la institución encargada de desarrollar este programa de la Junta.

Terapia con perspectiva de género

Para cambiar la mentalidad de un maltratador es preciso llevar a cabo un trabajo transversal, coinciden ambos expertos. "Abordamos sus sentimientos y emociones, sus distorsiones cognitivas y mecanismos de defensa, pero todo ello marcando una clara perspectiva de género", indica Freudenthal. A esta parte psicoeducativa, indica, se suma un trabajo terapéutico, con el objetivo de instaurar cambios que permanezcan en el tiempo.

"Además de desechar esos patrones machistas, identificamos qué variables hay que modificar para que deje de ejercer maltrato", Vicente Martín, Psicólogo de Fénix

"En primer lugar, hacemos un análisis descriptivo de cada caso, de su situación, su contexto y su historia personal, para saber qué le lleva a ejercer esos comportamientos violentos contra la mujeres", cuenta Martín. Según este experto, "además de hacerle desechar esos patrones machistas, identificamos qué variables es necesario modificar para que esa persona deje de ejercer maltrato. A veces hay falta de información, porque nadie hasta ese momento les ha dicho que lo que ellos hacen no se debe hacer, otras veces hay que trabajar con ellos la autoestima y el tema de la posesión porque sienten celos o delirios celotípicos, otras veces hay una pérdida de control de sus impulsos agravada porque beben compulsivamente o sufren algún tipo de trastorno narcisista o psicopático...".

A estos programas sólo acuden los condenados a menos de dos años de prisión por violencia de género.Shutterstock

Una de las claves es conseguir que quienes "vienen enfadados y disconformes con la sentencia, porque la encuentran desproporcionada", sean conscientes de que aquellos comportamientos que ellos niegan, minimizan o incluso consideran normales, en realidad no lo son, y "que el feminismo no va en contra de ser hombre, sino que lo que pretende es que podamos tener relaciones más sanas y equitativas con las mujeres, en relaciones sentimentales y como padres, hijos, etc.", incide Freudenthal.

Si bien es cierto, advierten, que con algunos cuesta más que se pongan en el lugar de sus parejas o exparejas y no siempre se consigue. "Con los hombres más mayores es más difícil por la educación que han recibido y porque llevan muchísimos años repitiendo esas conductas", indica Freudenthal.

La prevención, eje fundamental para erradicar el maltrato

Sin embargo, para atajar la raíz de este problema, es fundamental hacer un trabajo de prevención a nivel global. "La justicia penal es el último paso, es la expresión de un fracaso, puesto que se lleva a cabo una vez cometido el delito. Por eso creemos que la solución punitiva no funciona. Se nos ha atacado mucho desde los sectores machistas, que decían que la Ley de Violencia de Género no elimina los asesinatos a las mujeres, pero es que es muy ingenuo creer eso. Porque exista la pena de muerte en Estados Unidos no deja de haber asesinatos", explica Freudenthal.

"Igual que se detectan gran parte de los cánceres en su fase inicial, podría hacerse cuando una mujer va al médico" - Vicente Martín, Psicólogo de Fénix

De forma complementaria, Martín apuesta por la inclusión de los psicólogos en los servicios de atención primaria para conocer los casos de maltrato cuanto antes. "Del mismo modo que se detectan una gran parte de los cánceres en su fase inicial, podría hacerse también cuando una mujer va al médico a por fármacos, o a urgencias de forma recurrente, con hematomas extraños o ves a sus hijos asustados", señala.

La perspectiva de género es imprescindible para frenar la violencia machista.Shutterstock

Ambos expertos coinciden en que hay que hacer "cambios estructurales en la educación de toda la sociedad: niños y niñas, adolescentes, padres y madres, jueces y juezas, políticos, médicos..., así como desarrollar políticas en todas las áreas, que dejen de lado los roles machistas y de desigualdad entre hombres y mujeres".

La politización de un problema que afecta a toda la sociedad

Asimismo, Martín solicita un posicionamiento serio por parte de los políticos, ya que denuncia que en función de los cambios de color de gobiernos, ayuntamientos y administraciones, se ponen cortapisas a estos programas. "En nuestro caso, hace año y medio que los jueces apenas nos mandan a hombres para someterse a esta terapia y se han puesto más obstáculos para que sean derivados a nuestras consultas. Ahora son los Centros de Acción Social (CEAS) de cada ayuntamiento los que toman esa decisión, pero en los municipios pequeños estas personas no se atreven a ir porque no quieren que el trabajador social, al que conocen, les etiquete como maltratadores", explica.

"La justicia penal es la expresión de un fracaso, puesto que se lleva a cabo una vez cometido el delito", Jorge Freudenthal - Psicólogo de Gakoa

Otra de las preocupaciones de quienes trabajan en estos programas es la irrupción de Vox en las instituciones, puesto que la formación liderada por Santiago Abascal nunca ha ocultado su deseo de derogar la Ley de Violencia de Género, lo que pondría en peligro la continuidad de estos programas. Sin embargo, ni Martín ni Freudenthal creen que la ley se pueda tumbar, pues es un problema que afecta a toda la sociedad, independientemente de la ideología política de cada persona.

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