El amor es un tema tan complejo que las disciplinas del conocimiento apenas lo han tratado. Han tirado la toalla. Por eso la artista catalana se lanzó a investigar sobre el amor, un "concepto basura" (como la verdad y el trabajo) al que hemos vaciado de sentido y valor y que debemos reciclar. Su proyecto se plasma en una película y en el libro Com una mica d'aigua al palmell de la mà (Arcàdia).

P Trabajó sobre el orgasmo femenino en México; fue a Caracas por la verdad y ahora ha investigado sobre el amor en Serbia. ¿Por qué se va al extranjero?

R Es salir de códigos que nos limitan: ser extranjera te permite ser ignorante y hacer preguntas obvias, que me encantan, como los prejuicios: tener una opinión sobre algo antes de conocerlo no es problema, el problema es mantenerla aunque te la desmonten. Empecé Las muertes chiquitas porque no tenía orgasmos y este trabajo fue porque tenía problemas con el amor. Ahora mi idea ha cambiado.

P ¿Qué le ha cambiado?

R Antes creía que en la vida era más triste no saber querer y ahora me preocupa más que no me sepan querer. Y veo la trampa que había tras esa primera frase, tras ese rollo altruista de 'yo amo y aporto al mundo'.

P 'Yo soy bueno porque amo'.

R El amor no es sinónimo de bondad como tampoco lo es la maternidad. Maquiavelo dice que es mejor que te amen, pero el amor que te profesa alguien pertenece a ese alguien y tú no lo puedes controlar, es más inseguro. Por eso es mejor que te teman: sí puedes controlar ese terror. Por eso prefieres saber querer, porque te pertenece, pero es muy triste acabar tu vida diciendo 'no me han sabido querer'. La antropóloga Mari Luz Esteban cuenta que nos han prometido el amor como la fusión total, como si fuera la solución a todos los problemas del mundo, raciales, económicos... cuando es evidente que el amor no solo no borra estos problemas sino que los perpetúa. Hay movimientos sociales que reivindican el amor para solucionar problemas que precisamente están creados a base de amor malentendido.

P ¿Cómo identificar el amor?

R Cada uno identifica el amor según su cultura, educación y muchas cosas más. Hay que trabajar para averiguar cómo de determinada está la idea que tienes de la forma del amor; hay que redefinir, descolonizar y reciclar el concepto y eso va ligado a la manera en que tú recibes ese amor.

P ¿Por qué cree que el amor es más tramposo para las mujeres?

R Para las primeras feministas el amor es el sitio donde las mujeres encontraban más obstáculos y caían en más trampas. Dice la cita que 'los hombres gobiernan, las mujeres aman'. Y hay hombres que gobiernan mal y mujeres que aman mal y que en vez de reivindicar otro espacio, cogen el que se les ha asignado y lo usan para sacarle jugo: no todo el amor es amoroso. Las cosas más interesantes sobre el amor las han escrito las feministas y los anarquistas: son los que más lo critican, pero lo hacen porque lo quieren recuperar.

P Todo el día hablamos de amor.

R En occidente ha tenido una importancia brutal desde la modernidad. La idea del amor romántico empieza con la división de las tierras comunales yel invento del papel moneda: amor, economía y propiedad están vinculados. El amor es un producto explotado. Y por eso en el libro acabo hablando de amor con obreros de antiguas fábricas de propiedad colectiva....

El amor es una fuerza de producción, no solo para tener hijos: el sistema lo usa para repetir y mantener cosas como la familia, la identidad... Y ojo a lo que explica Sarah Ahmed sobre el fascismo como forma de amor: el suprematismo blanco heteronormativo se ha apropiado de la narrativa del amor, diciendo 'estamos a favor de la familia', 'sí a la patria'., 'nosotros somos amor y ellos odio'...

P Dice que el nacionalismo puede ser un amor peligroso.

R Igual que hemos deconstruido el género, deberíamos deconstruir el nacionalismo. Hay nacionalismos que son colonizadores explotadores y otros que no tienen intención de serlo, aunque igual lo acaben siendo... Ahora 'los buenos' son patriotas, no nacionalistas. Las palabras ya no sabemos qué quieren decir, es una guerra. Por eso son 'conceptos basura': nos definen como humanos, pero los hemos vaciado de contenido. Es una tarea colectiva reciclarlos.

P La Iglesia se ha apropiado del concepto de amor.

R En México en una conferencia vinieron las teólogas de la liberación. Alguien del público preguntó cuándo íbamos escribir el 'Renuevo Testamento' y éstas contestaron: "Ya está escrito, es la Declaración de los Derechos Humanos". Al amor se lo pedimos todo, cuando hay cosas que deberíamos pedir a la justicia y a la libertad. Y sufrimos tanto por amor... el mal de amor hay que aceptarlo y atravesarlo. Lo contrario del amor no es el odio sino la indiferencia. El odio es un amor al que le ha ido mal.