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Más denisovanos

Más denisovanos

La especie humana más sorprendente de todo nuestro linaje puede que sea la de los denisovanos, conocidos hasta ahora merced a la secuenciación del ADN de una falange parcial procedente de la cueva de Denisova (Siberia). Los resultados obtenidos por David Reich y colaboradores en 2011 pusieron de manifiesto que ese material genético no podía ser atribuido ni al Homo sapiens ni al Homo neanderthalensis pero, al no disponer más que de unos pocos dientes y fragmentos de huesos, todo lo que cabía decir es que se trataba de otra especie distinta. Una tan próxima a la de los neandertales que el análisis realizado por Viviane Slon y colaboradores en 2018 de uno de los ejemplares de Denisova puso de manifiesto que se trataba de un híbrido, con una madre neandertal y un padre denisovano.

Los denisovanos vuelven al centro del interés por la evolución de nuestro linaje gracias al análisis de un fósil procedente del Tíbet: media mandíbula inferior con dos de sus dientes, uno de ellos aun por terminar de salir, lo que significa que su poseedor era adolescente. El equipo del Departamento de Evolución Humana del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology (Leipzig, Alemania), bajo la dirección de Jean-Jacques Hublin, ha publicado en la revista Nature los resultados del análisis de dicho fósil. La mandíbula de Xiahe, que es el nombre que le han dado Hublin y colaboradores, fue hallada en la cueva de Baishiya en 1980 y ha permanecido bajo estudio hasta ahora. Pese a proceder de un lugar muy frío, a 3.280 metros de altitud, no se han podido extraer restos significativos de ADN de ella. Pero una muestra de dentina ha suministrado trazas de proteína que, al compararse con el proteoma de las distintas especies de nuestro árbol filogenético, ponen de manifiesto que la mandíbula de Xiahe perteneció a un denisovano.

El nuevo fósil es, de hecho, el más significativo en términos anatómicos de que se dispone para poder identificar la apariencia del grupo. Como dicen Hublin y colaboradores, la mandíbula y los dos molares tienen una condición muy robusta que, mediante un análisis morfométrico, acerca el ejemplar a los Homo erectus asiáticos. Sin embargo, la forma de la arcada dental aleja a Xiahe de ellos. También la morfología permite, pues, hablar de una especie humana distinta a la del Homo erectus y Homo neanderthalensis pero los autores no asignan a los denisovanos ninguna consideración taxonómica formal. En espera de que aparezcan más fósiles de ese grupo, hay que seguir hablando de manera informal de "los denisovanos".

El nuevo hallazgo permite albergar esperanzas de que se encuentren más ejemplares. Siendo de una edad comparable a los fósiles de la cueva de Siberia (Hublin y colaboradores hablan de unos 160.000 años), la mandíbula de Xiahe indica que los denisovanos habrían colonizado en el Pleistoceno Medio buena parte de las tierras altas del continente asiático.

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