La llegada de la primavera, ayer a las 22.58 horas, viene acompañada hoy jueves por la tercera y última superluna del año, denominada superluna de marzo o luna llena de gusano.

La luna alcanza su perigeo o máxima aproximación a la Tierra y se podrá observar más brillante y un diez por ciento mayor de lo habitual, una cercanía que se acentúa mucho más cuando la observación se realiza en el momento en que el satélite se encuentra sobre el horizonte o con algún edificio, monumento o accidente geográfico que le sirva de referencia.

No obstante, sobre este punto hay algunas discrepancias. La NASA, por ejemplo, señala una superluna se ve un 14% más grande y un 30% más brillante que una luna llena normal, aunque la diferencia sea difícil de distinguir.

Algunas medios señalan que la de anoche ya fue una superluna, pero no es así, porque ayer el satélite terrestre seguía todavía en fase creciente, en un 99,6%, y no ha sido hasta esta madrugada, a las 2.44 horas, que se convirtió plenamente en luna llena.

El jueves la luna saldrá sobre el horizonte a las 19.41 horas. Se podrá descubrir a simple vista, si la nubosidad no lo impide, a 90 grados en dirección Este. La coincidencia del equinoccio con la superluna no se producía desde el año 2000 y no volverá a suceder hasta 2030.

Consejos para fotografiar la luna

Para fotografiar la superluna, los consejos básicos con una cámara réflex son contar con un objetivo de una distancia focal mínima de 200 milímetros. Y probar una configuración de difragma f/11 con una velocidad de 1/200 o 1/500. Esos serían unos parámetros clásicos para usar con una sensibilidad ISO 100, pero pueden variar si se usan otros objetivos o sensibilidades más altas. También se aconseja planificar la exposición con antelación y elegir el lugar más adecuado para realizarla.

Con un móvil es una tarea mucho más difícil, porque la Luna es una potente fuente de luz en movimiento y se hace imprescindible usar alguna de las aplicaciones que nos permiten controlar la exposición y la velocidad de la cámara de forma manual.

Hay que descartar el zoom óptico, pues un recorte posterior de la imagen siempre ofrece más calidad. En todo caso, el mejor momento para fotografiar la luna con la cámara del teléfono es durante la salida, cuando su luminosidad es menor y encuadrarla junto a algún elemento del paisaje. Es aconsejable además utilizar un trípode o al menos contar con un punto de apoyo seguro.