Aficionados a la fotografía y a la astronomía se han citado esta tarde en el bosque de Bellver, en Palma, para contemplar la salida de la luna llena de febrero, la superluna, llamada así porque la fase plena del satélite terrestre coincide este 19 de febrero con su máxima aproximación a la Tierra, con su perigeo.

Los cálculos de los aficionados no han fallado y a las 18.40 minutos la luna ha aparecido por una de las torres de la fortificación, la que se encuentra en el extremo contrario a la Torre de l'Homenatge. Apenas hacía unos minutos que se habían prendido las lunes del castillo y la enorme bola blanca ha empezado a asomar tímidamente y los fotógrafos a a disparar sus cámaras, sostenidas sobre trípodes y ya con todos los cálculos ajustados de antemano.

Solo unos minutos más tarde, cuando ha mostrado ya toda su circunferencia por encima del castillo su ascenso ha coincidido con algunas nubes, se ha aclarado poco más tarde su imagen y seguidamente ha vuelto a ser recortada por otro banco de nubes que ya no la ha abandonado hasta casi completar su ascenso.

A la superluna de febrero la han llamado la más espectacular de 2019 porque puede observarse desde cualquier punto del planeta y durante toda la noche. El satélite, sobre todo si se observa con algún punto de referencia intermedio, podrá verse más grande y más brillante de lo normal, puesto que se situará en su punto más cercano a la Tierra, a 357.000 kilómetros.

La superluna de esta noche será la segunda de tres seguidas en 2019, una buena oportunidad para identificar sus zonas más características.

Para fotografiar la superluna, los consejos básicos con una cámara réflex son contar con un objetivo de una distancia focal mínima de 200 milímetros. Y probar una configuración de difragma f/11 con una velocidad de 1/200 o 1/500. Esos serían unos parámetros clásicos para usar con una sensibilidad ISO 100, pero pueden variar si se usan otros objetivos o sensibilidades más altas.

Con un móvil es una tarea mucho más difícil, porque la Luna es una potente fuente de luz en movimiento y se hace imprescindible usar alguna de las aplicaciones que nos permiten controlar la exposición y la velocidad de la cámara de forma manual. Hay que descartar el zoom óptico, un recorte posterior de la imagen siempre ofrece más calidad. En todo caso, el mejor momento para fotografiar la luna con la cámara del teléfono es durante la salida, cuando su luminosidad es menor y encuadrarla junto a algún elemento del paisaje. Es aconsejable además utilizar un trípode o al menos contar con un punto de apoyo seguro.