Desde que el miércoles la revista ¡Hola! desvelara que Rafa Nadal y Xisca Perelló se casarán en otoño, las ganas de conocer nuevos detalles están en el orden del día aunque la realidad es que será un enlace marcado por la discreción. "Nunca informo de nada de esto, no voy a hacerlo ahora", señaló el tenista el pasado miércoles cuando se disponía entrar en su casa de Porto Cristo. De hecho, la pareja se está construyendo un chalé en esta zona. Además de en Es Port, el deportista frecuenta la casa familiar ubicada en una céntrica plaza de Manacor.

Manacor, ciudad natal de Rafa Nadal, es y ha sido el refugio del tenista; el lugar al que siempre vuelve tras sus compromisos profesionales. El deportista mallorquín se mueve con naturalidad por el pueblo y por Es Port, como un vecino más. A diferencia de otras celebridades, el de Manacor permanece fiel a su terruño y a su gente.

De lo que no hay duda es que su ciudad natal respeta la privacidad que tanto atesora la familia Nadal. "No contaré nada porque respetamos mucho su privacidad, gracias a ello es un vecino más al que poder saludar cuando vemos", reconocía una vendedora el miércoles cuando saltó a la prensa el enlace entre el tenista y su novia Mery, que tras 14 años de relación sellarán su amor este otoño en Mallorca. Se comprometieron en mayo del año pasado en Roma, cuando Nadal triunfó en el campeonato de la capital italiana que le permitió recuperar el número uno del ránking mundial.

Tomeu Català es uno de los que suela como posible oficiante del enlace aunque los vecinos no dudan en asegurar que todo apunta a que la boda no será en la parroquia del pueblo. "Teniendo en cuenta la privacidad que siempre buscan, no creo que se vayan a casar en la iglesia del pueblo", reconocieron el pasado miércoles.

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