En nuestro día a día convivimos con un sinfín de objetos que reconocemos y utilizamos de una manera de lo más natural. Sin apenas detenernos a observar nuestro alrededor, nos centramos en nuestras repetitivas tareas diarias, obviando que en la cotidianeidad se esconden interesantes curiosidades.

Un ejemplo de ello son los baños públicos, un lugar que todos hemos frecuentado, pero que pocos se han parado a descifrar sus secretos. Y es que, a diferencia de lo que ocurre en los servicios privados, las puertas de los públicos no suelen llegar hasta el suelo. Así, en la zona baja queda una franja libre y muchas veces también están descubiertos por la parte superior.

Pero, ¿tiene este hecho algún por qué? Aquí resumimos varias razones por las que las puertas de los baños no suelen llegar hasta abajo.

Economía y limpieza

Economía y limpiezaLas puertas que no llegan hasta el suelo son más sencillas de construir y resultan más económicas. Además, facilitan la limpieza del baño, ya que es más sencillo fregar el suelo. También proporciona una mejor ventilación de los olores.

Seguridad

SeguridadUna de las mayores ventajas de este tipo de puertas es la seguridad. En caso de emergencia, es más sencillo acceder al servicio si se encuentra el pestillo echado. Y no solo es más fácil entrar, también resulta más sencillo detectar si ha ocurrido algo anómalo, ya que es posible ver a una persona caída en el interior del baño.

Si el pestillo falla, la persona que se encuentra en el interior es más viable que mantenga la calma y no entre en pánico. Puede salir por la parte superior o pedir auxilio por la rendija de abajo. En algunos casos, la parte inferior es lo suficientemente grande como para salir arrastras.

Malos usos

Malos usosUna puerta que no llega hasta el suelo desalienta malos usos del servicio, como el consumo de drogas, los actos sexuales y otras conductas inapropiadas que precisen de privacidad y que no se harían en público.

Comodidad

ComodidadSi las ventajas anteriores no te han parecido suficientes también hay que tener en cuenta que es más fácil de identificar si el baño se encuentra ocupado. Por lo que no hay necesidad de intentar abrir, simplemente con mirar por debajo podremos saber si el baño está o no siendo utilizado por otra persona.