Hace unos días, el Forn de Sant Francesc explicaba en una historia de Instagram su enfado después de que le escribieran unas supuestas personas influyentes en las redes sociales. El caso es que le pedían recibir una ensaimada gratis para hablar de ellos en internet. El propietario de este popular forn, Joan Seguí, publicó una de las conversaciones mantenidas (sobre la que ha mantenido el anonimato). En ella, la supuesta influencer le pidió, para más inri, que le enviara el producto porque Inca estaba lejos.

Cabe destacar que precisamente la cuenta de Instagram del Forn de Sant Francesc tiene más de 220.000 seguidores y que sus publicaciones pueden recibir más de 3.000 "corazoncitos" y sus vídeos entre 20.000 y 180.000 visualizaciones, además de los correspondientes comentarios. No todos los negocios tienen la suerte o desgracia de recibir propuestas similares a la del Forn de Sant Francesc. El panadero Tomeu Arbona comenta que no ha tenido ninguna experiencia similar: "Lo que ha pasado con el Forn de Sant Francesc ya es pasarse. Además, las menciones en las redes tienen que salir por medios propios, no porque regales o no un producto".

Por su parte, el reconocido Andreu Genestra, cocinero del restaurante homónimo de Cala Rajada, apunta que no hay que entrar en este juego y más con gente que no se conoce de nada. "En nuestra casa invitamos a quien queramos, pero no lo hacemos porque alguien nos diga que hablará de nosotros en TripAdvisor, Facebook, Twitter o Instagram. Además, no porque alguien tenga 50.000 seguidores, su opinión vale de algo ya que es mejor tener 3.000 que estén interesados y que sean reales". Por otro lado, apunta que sí que es verdad que hay gente que no es crítica gastronómica pero que se recorre 5-6 restaurantes por semana, con criterio y valorando la comida que tiene delante, honestamente. "Creo que hay un boom de opinadores porque estamos en los inicios de esta tendencia, pero al final solo van a quedar los buenos. "Ahora bien, quien venga con una actitud déspota" -como la que ha vivido el Forn de Sant Francesc- "no entrará en casa", remarca el chef.