Alejandro Blasi es un artista que puede decir que ha recorrido el camino habitual de un artista plástico: ha expuesto en galerías de manera individual, conjunta, ha vendido piezas... Dice que le iba "relativamente bien", pero esto no lo es todo en la vida. "Algo no me encajaba. El tipo de arte que a mi me interesa no es el que colgarías en tu sala de estar. Más que decorar, me interesa sacudir". Durante un tiempo pensó en qué lugar podría existir un espacio para él y su arte, que el mismo define como "fantástico y surrealista", pues lo que le gusta es "imaginar mundos posibles". Y un día, hace unos quince años, llegó a la conclusión de que su lugar estaba muy cerca de las bandas de música de heavy metal, thrash metal, death metal y estilos parecidos "porque este tipo de bandas tienen un componente visual muy fuerte y necesitan sí o sí a un ilustrador. Una banda de heavy metal quiere un monstruo al lado, un demonio€ algo más impactante y agresivo".

Esto conectaba, cuenta, con un viejo sueño con el que fantaseaba de pequeño "desde que descubrí a Roger Dean en las portadas de la banda YES": hacer portadas de disco. La música y las artes plásticas son sus dos grandes pasiones -también tiene su propia faceta de músico- y ha conseguido "no morir en el intento" de hacer de esto su trabajo. Cuando decidió lanzarse a la aventura "eran los tiempos de MySpace". Fue a través de esta red social que empezó a contactar con diferentes grupos de música que podían encajar con su estilo. Le surgió su primer encargo, y luego todo, con paciencia y esfuerzo, fue saliendo. En estos momentos trabaja en la imagen de cinco bandas: una de Argentina, una de Uruguay, una española, una de Estados Unidos y otra de México. Que sea un trabajo que le permita trabajar a distancia pone las cosas más fáciles. Y asegura que se trata de algo muy estimulante para él: "Me permite desarrollar y entrenar mi capacidad de imaginar, tiene un componente lúdico que me encanta.

Para trabajar sobre la música de una banda, Blasi explica que se va metiendo en el mundo que propone la agrupación e "intento descubrir que estética quieren desarrollar". Es por eso que se ve como "un buzo que trae a la superficie, en forma de dibujo, las cosas que encuentro". Aunque también le gusta definirse como traductor: "Si consideramos que la música es un lenguaje y la imagen otro, lo que hago es traducir la música en imágenes. Ese sería mi trabajo", resume el artista. Según el encargo tiene un proceso creativo distinto, pero normalmente arranca con un dibujo hecho a mano, a lápiz, que luego pasa al ordenador para completarlo con el Photoshop.

"Me inspira la zoología la botánica, la astronomía, las formas naturales", apunta. También alimenta su imaginación con los cómics o las películas. De alguna manera, todos estos inputs le preparan para que después pueda desarrollar, crear e imaginar otros mundos posibles.