La historia de Ca n'Alfredo se presentó ayer noche en Ca n'Oleo de Palma, en una cita en la que no faltaron amigos de la familia Riera y profesionales del sector. "Es un homenaje a mis padres", apuntó Joan Riera, propietario de esta popular casa de comidas de Eivissa; que estuvo acompañado de su mujer, Catalina Riera, garante de los ricos platos que allí se cocinan, y de Felip Cirer, autor del libro.

Joan Riera explicó que el proyecto del libro empezó hace un año, cuando el director de la Enciclopèdia d'Eivissa i Formentera, y también historiador y profesor, Felip Cirer le planteó la posibilidad de hacer un volumen sobre Ca n'Alfredo. "Todo el trabajo es de Cirer", comentó humildemente Joan Riera, "yo tan solo le he contado las anécdotas y las curiosidades que han pasado por aquí".

El volumen, de 200 páginas y editado por Edicions Mediterrània, incluye fotografías, recuerdos, testimonios, así como un recetario de sus platos más populares, como el arròs amb gerret i pinya de col, el bullit de peix, el flaó, entre otros, que han sido inmortalizados por la fotógrafa Aisha Bonet. Riera apunta que el secreto de su cocina se basa en estar pendiente de todo, "mi mujer siempre supervisa todo lo que sale de ella". También remarca que más de la mitad de sus parroquianos son amigos, "hay que cuidar siempre a los clientes", destacó. De hecho, una de sus amistades, el reputado cocinero Juan María Arzak, es autor del prólogo.

Durante el acto, Riera también agradeció el apoyo y la ayuda ofrecidos por la consellera de Cultura, Fanny Tur, quien destacó la trayectoria del restaurante como parte de la historia gastronómica pitiusa y balear. Preguntado sobre qué consejo daría a alguien que quiera dedicarse a la restauración, Joan Riera es claro: "Nadie se hará rico regentando un restaurante de forma honrada y honesta, pero vivirá bien si pone muchos codos, como cuando uno quiere estudiar y sacar buenas notas, y se sacrifica".

La historia del restaurante empezó cuando un matrimonio alemán abrió esta casa de comidas en 1934, originariamente llamada Verner y Gertrudis, y ubicada en la Plaça del Parc. Posteriormente, pasó a manos de otra familia alemana, judía, que se trasladó a Eivissa para huir de los nazis, y que bautizó el local con el nombre actual. Después, cambiaron su situación a la actual, en el Passeig Vara de Rey. El padre de Joan Riera, Josep, compró el negocio en el año 1941 y, desde entonces, la familia Riera ha regentado el restaurante hasta convertirlo en un referente de la cocina de Eivissa.