La agencia espacial rusa Roscosmos trabaja contrarreloj para establecer las causas de la avería que provocó el lanzamiento fallido de nave Soyuz MS-10, del que salieron ilesos sus dos tripulantes, el ruso Alexéi Ovchinin y el estadounidense Nick Hague, y ya hoy informó de que hubo una "colisión".

"Aún no hay hipótesis definitivas. Lo que está claro es que la causa directa fue una colisión de un elemento lateral, parte de la primera etapa (del cohete). Al separarse, de hecho, se produjo un contacto entre la primera y segunda etapa", afirmó el director ejecutivo de Roscosmos, Serguéi Krikaliov.

En una comparecencia ante la prensa en la Ciudad de las Estrellas, donde se encuentra el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas (afueras de Moscú), Krikaliov indicó que los especialistas de Roscosmos no descartan que el cohete portador, un Soyuz F-G, se haya desviado de la trayectoria programada.

Explicó que se espera que la comisión gubernamental que investiga el accidente, que se produjo dos minutos después del lanzamiento de la Soyuz M-10, ofrezca los primeros resultados de su trabajo el próximo día 20.

Según informó hoy el Comité de Emergencia del Ministerio del Interior de Kazajistán ya han sido localizados los fragmentos de la primera y segunda etapa en la región de Karagandá, en el este del país centroasiático.

Su estudio, insistió Krikaliov, será clave para establecer los fallos que provocaron el accidente de la Soyuz, del Ovchinin y Hague, salieron ilesos gracias al sistema de eyección de emergencia con que está dotada la nave espacial.

Como medida de prevención, Roscosmos ha suspendido todos los lanzamientos de cohetes Soyuz FG o similares hasta que se determinen las causas del siniestro de la Soyuz MS-10.

"Posiblemente será aplazado el lanzamiento del carguero Progress (programado para el 31 de octubre) y puede ser adelantado el de la próxima (nave tripulada) Soyuz (previsto para el 20 de diciembre)", dijo Krikaliov.

Si bien las naves de carga rusas pueden ser sustituidas por las estadounidenses, actualmente el relevo de las tripulaciones de la Estación Espacial Internacional (EEI) se efectúa exclusivamente con las naves tripuladas rusas, ya que Estados Unidos puso fin a su programa en transbordadores en 2011.

De ahí que la suspensión prolongada de los vuelos de las Soyuz podría obligar a dejar deshabitada la plataforma orbital por primera vez desde el 2 de noviembre del año 2000, cuando llegaron sus primeros tripulantes.

Krikaliov indicó que la EEI puede funcionar en régimen automático, sin tripulación, pero recalcó que se hará todo posible por evitar ese extremo.

Con todo, el jefe máximo de Roscomos, Dmitri Rogozin, se mostró hoy optimista y aseguró que Ovchinin y Hague, los protagonistas del fallido vuelo, viajarán sin falta a la plataforma orbital.

"Estamos de vuelta en la Ciudad de las Estrellas. Los chicos volarán definitivamente. Planeamos su vuelo para la primavera del próximo año", escribió Rogozin en Twitter.

El lanzamiento fallido ha obligado a aplazar, entre otras tareas, el examen desde el espacio exterior del misterioso agujero hallado en el casco de la Soyuz MS-09, nave que se encuentra adosada al segmento ruso de la EEI.

Esa tarea debía realizarla Ovchinin durante una caminata espacial el 15 de noviembre con el cosmonausta de Roscosmos Serguéi Prokopiev, uno de los tres tripulantes con que actualmente cuenta la Estación Espacial Internacional.

Los dos otros inquilinos de la plataforma orbital son su comandante, el astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Alexander Gerst y la ingeniera de vuelo de la NASA Serena Auñón-Chancellor.