Los diarios de información general, no especializada, se han hecho eco del hallazgo en la cueva Blombos de Sudáfrica de una piedra de silcreta con rayas entrecruzadas de ocre rojo sobre ella que han sido calificadas como el dibujo más antiguo hecho por un miembro de nuestra especie. El hallazgo se realizó en 2011 pero no ha sido publicado hasta ahora por Christopher Henshilwood, arqueólogo y paleontólogo del Centre for Early Sapiens Behaviour (SapienCE) en la universidad de Bergen (Noruega), y sus colaboradores en la revista Nature.
La pieza de referencia procede de M1, el más reciente de los cuatro niveles sedimentarios de la cueva de Blombos, con una edad para M1 estimada en 70-73.000 años. Y cualquiera familiarizado con la paleoantropología o con los orígenes remotos del arte puede que se pregunte a qué viene tanto alborozo porque en el nivel M2 de Blombos —más antiguo— se han hallado varias piezas de ocre rojo decoradas con dibujos geométricos, conchas con perforaciones para servir como cuentas de un collar y grabados en forma de líneas sobre soporte de hueso. Sin embargo, el editorial del mismo número de Nature en el que se publica el descubrimiento da una clave importante de por qué lanzamos las campanas al vuelo: en su título habla de "el arte más antiguo" y termina afirmando que con esa pieza de grabados geométricos comienza un camino que lleva a Piet Mondrian, a Jason Pollock, a Bridget Riley y a los demás genios del arte de hoy.
¿Una exageración? Por fortuna, el propio editorial de Nature se plantea lo difícil que es considerar que un objeto como el ahora publicado supone una obra de arte o, tal y como lo dice ese texto, resulta bello e incluso deslumbrante. En realidad la principal razón que se da en favor de la consideración de "primera obra de arte" tiene que ver con que las líneas geométricas de la piedra de Blombos fueron dibujadas con una barra de ocre y no grabadas mediante un cincel. Como decíamos antes, de ese mismo yacimiento de Sudáfrica y con la misma edad se tenían ya piezas de ocre rojo en la que se han grabado también líneas entrecruzadas y objetos parecidos se remontan hasta hace cerca de medio millón de años.
Llevar la capacidad para el arte a la distinción entre dibujos y grabados sería tanto como minimizar el valor de las puntas secas hechas por cualquier artista como, por ejemplo, Picasso frente a lo que son dibujos salidos de la misma mano. Pero en realidad la estupidez procede de la sorpresa que manifestamos al hablar del récord de antigüedad de un determinado tipo de expresión artística, siendo así que lo que nos debería interesar en realidad es la operación mental que supone hacer un dibujo o un grabado. Pues bien, llegados a este punto no estaría mal recordar las manos silueteadas en forma de dibujo que, con una edad parecida, nos dejaron nuestros primos más cercanos, los neandertales, en las cuevas de Cantabria.
