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Salud

Adictos a las nuevas tecnologías

Projecte Home ha creado el programa 'Ciber' tras detectar que esta adicción entre los jóvenes va en aumento

Adictos a las nuevas tecnologías

Si uno dedica muchas horas delante del ordenador o el dispositivo móvil hasta el punto de dejar de hacer las actividades que siempre le habían gustado, se encierra en su habitación, gira los horarios porque está conectado hasta altas horas de la madrugada, saca malos resultados académicos y responde con agresividad y violencia si se le requisa el aparato, es muy probable que sea un adicto a las nuevas tecnologías. A ello hay que sumar una falta de comunicación. Estas son algunas de las señales de alarma que deben llamar la atención de los familiares. Así lo apunta Gisela López, directora de Projecte Jove de Projecte Home Balears, que ha creado el programa Ciber tras detectar que la adicción a las nuevas tecnologías va en aumento año tras año.

Su primera recomendación para los progenitores con jóvenes que podrían caer enganchados a la red es que "confíen en su sentido común". "Eso lo hace todo el mundo" o un "es que todos son iguales" son excusas que no valen. López insiste en la importancia de aplicar el sentido común "ya que estamos hablando de un mal uso o de un abuso de las nuevas tecnologías". "Cuando este abuso empieza a tener consecuencias en otras áreas de la vida es una señal de alarma de que hay una adicción", advierte la experta que lamenta que de cada vez los inicios del uso de los dispositivos digitales empiezan en menores de más corta edad. "Trabajamos con chicos y chicas de 9 a 25 años. Luego tenemos otro grupo de personas adultas pero la media en el programa de jóvenes son de 16 a 18 años", desgrana. En cuanto a género, el porcentaje es similar. Cambia el uso. "En ellas suele estar más presente el tema de las redes sociales mientras que los chicos suelen acudir por estar enganchados al juego on line", espefica López. "Ahora el hito de pasar de niño a adolescente no es ir al instituto, es tener un móvil", alerta la directora de Projecte Jove que remarca que una adicción siempre es "el síntoma de un problema más profundo".

"En jóvenes los problemas asociados a esta adicción suelen estar relacionados con la autoestima. Muchas veces el abuso de estas tecnologías tiene que ver con llenar huecos, vivir en una realidad virtual lo que no encuentro en la vida real", relata. "Los jóvenes se van creando un mundo que no es real. Se centran en la imagen que quieren proyectar. Se llenan de cosas que les llegan de fuera, que son muy efímeras", alerta.

"Estos chicos y chicas elaboran una jerarquía de valores diferente. Son adolescentes y están en pleno proceso de construcción personal", reconoce López que sentencia que el problema se presenta cuando "sus valores más importantes son tener el último dispositivo o el último juego disponible por la importancia que se le da a la imagen, una imagen que no es real. Hablo de todo el postureo, cuando estos jóvenes no son conscientes de que las cosas verdaderamente importantes suponen un tiempo de dedicación. Esta inmediatez es un poco peligrosa y va en contra de la cultura del sacrificio y del esfuerzo", lamenta López que deja claro que obviamente estas circunstancias no se dan en todos los jóvenes.

Terapia

Para tratar esta adicción a las nuevas tecnologías se aplica un programa ambulatorio. El primer contacto, detalla, es con los familiares porque son ellos los que detectan que algo no va bien, los que están atentos a las señales de alarma. El trabajo de los expertos es orientar a estos progenitores, concienciarlos del problema para que puedan empezar a poner límites. "El objetivo es dotar a padres y madres de competencias familiares y que aprendan a gestionar las nuevas tecnologías", puntualiza. Luego es el afectado en cuestión el que acude a Projecte Home para realizar unas primeras entrevistas individuales y así poder iniciar el programa, un programa que suele prolongarse durante un año, y que consiste en acudir a terapia tanto de forma individual como en sesiones grupales.

"Hay una parte más terapéutica para que puedan hacer un proceso de conocimiento personal y puedan identificar qué está pasando con este abuso, es decir, qué vacíos llena. El objetivo es reeducar", sentencia. "Cuando hablamos del consumo de sustancias el objetivo de los programas de adicción a drogas es muy diferente, aquí nuestramisión es reeducar para hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías, un uso que no nos perjudique, que no nos vaya comiendo otras áeras de nuestra vida", aclara Gisela López.

"Las nuevas tecnologías no son el demonio. No hay que tenerles miedo. La clave es estar formado. Conocerlas, hacer un uso controlado y adecuado para que no nos coman", desgrana López que alerta de que "se da un uso ignorante de las nuevas tecnologías".

"En el programa se trabaja el tema de la autoestima y las habilidades sociales. También se proporcionan las herramientas necesarias para que el joven sepa afrontar los conflictos y aprenda a gestionar el malestar y su necesidad de evadirse detrás de una pantalla creando un personaje que no es, bien porque accede a las presiones de un grupo que no va con él, bien porque refugiarse en este mundo virtual le permite no sufrir tanto", enumera la experta.

La familia es clave

"El tema de la familia es importantísimo. Ya de por sí Projecte Home confía en la familia pero cuando hablamos de gente joven es fundamental porque es la piedra angular de la educación de una criatura. Así, siempre vamos de la mano de los progenitores que reciben una formación, unas pautas para afrontar las dificultades que se presentan y mejorar la comunicación".

"Hay que enterarse del tema", es su principal consejo a los padres. "Hay que conocer las nuevas tecnologías, saber de qué hablan nuestros hijos, conocer los juegos y las aplicaciones que utilizan", advierte. Y para hacerlo, su consejo es de lo más sencillo: "las cosas de siempre, funcionan". Es decir, establecer un orden, unas rutinas, dar importancia a los estudios y a las actividades sociales con los amigos. Además, la comunicación en casa es la base de todo. "Trabajamos con los valores pero hoy en día se pasa por alto lo de siempre cuando realmente es lo que funciona", resume Gisela López que invita a los progenitores a aplicar el sentido común y "rascar" en las actitudes que parece que hace todo el mundo. ¿Como solución a ese "siempre está pegado al móvil"? "Establecer horarios, normas y límites". "La presión social es tremenda", admite, pero su mejor consejo es aprender a utilizar bien las nuevas tecnologías y que cada uno aplique esas limitaciones en su día a día.

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