La exprimera dama de Estados Unidos repite vacaciones en Mallorca por segundo verano consecutivo. Michelle Obama aterrizó en el aeropuerto de Son Sant Joan ayer, a las siete y media de la mañana, sin marido y sin hijas, para alojarse en la casa que el exembajador James Costos y su marido, el interiorista Michael Smith, tienen alquilada en Esporles.

Precisamente la presencia de seguridad frente a la entrada a la finca de Ses Planes durante la jornada de ayer confirmaba su presencia en la casa de la millonaria mallorquina Marieta Salas.

Está previsto que Michelle esté con Costos y Smith, buenos amigos de los Obama, hasta finales de esta semana. El resto de sus vacaciones en Mallorca es posible que las disfrute en La Posada, una finca de 1.500 metros cuadrados propiedad del inversor norteamericano Howard Marx, quien apoyó económicamente a Barack Obama durante las elecciones y también amigo de la familia. Marx compró esta casa de Formentor al empresario Plácido Arango por más de 15 millones de euros y fue decorada precisamente por Smith.

Según ha podido saber este periódico, Michelle pasará unas vacaciones parecidas a las del verano pasado. Así, es probable que la exprimera dama norteamericana disfrute del turismo gastronómico de la isla, visite algún lugar de artesanía mallorquina y, gran aficionada al deporte, es de esperar que saque tiempo también para practicar senderismo.

Es la segunda vez que Michelle elige pasar unos días en Mallorca, aunque es la tercera que visita la isla. En agosto de 2010, cuando su marido era presidente de los Estados Unidos, acudieron de visita oficial al Palacio de Marivent, dónde almorzó con Don Juan Carlos y Doña Sofía, y charló con Doña Letizia, en aquel momento Princesa de Asturias.