Del pánico al dolor, la tintorera que apareció el pasado jueves nadando convulsivamente en la orilla de la cala es Domingos Petit en Manacor, y que murió a consecuencia de un aguijonazo recibido por una raya, sumió a los lectores en la tristeza.

"Pobreta. Horrible me parece que no se tomaran medidas pasadas unas horas y que el animal haya estado en la orilla teniendo que morir al final", se compadecía un internauta del escualo.

"Han intentado salvarla, pero el animal estaba muy enfermo ya", comentaban otros. Lo cierto es que, como explican los expertos, el aguijón de la raya, que al parecer era de gran tamaño, estaba clavado en el hocico del tiburón, en una zona "clave" en la anatomía de este animal porque allí se concentran todas las terminaciones nerviosas que desembocan en el cerebro. Una zona fundamental para su sistema de orientación. Una vez remolcado hasta la orilla por los técnicos de Palma Aquarium, con el objetivo de que no sufriera más se le inyectó un eutanásico. Así, de revolucionar a todos los bañistas, su agónico final conmovió a todos.

El accidente de dos jóvenes que fueron arrollados por una lancha en es Trenc también causó el terror. El más joven, de 20 años, perdió un brazo y su amigo, de 26 años, está ingresado con graves lesiones. "Nadaban sin boya, toda una imprudencia", les acusaban.