Yolanda Domínguez (Madrid, 1977), artista visual, fotógrafa y experta en comunicación y género, estuvo en Palma el pasado mes de julio para impartir su conferencia ´Cambiar las imágenes para cambiar el mundo´ dentro de la XIX Universitat d´Estiu d´estudis de Gènere.

Reeducar la mirada para acabar con los estereotipos que nos perjudican y condicionan, a nivel individual y como sociedad, es uno de los objetivos de esta artista conocida en todo el país por sus proyectos que abordan temas sociales relacionados con el género y el consumo.

´Poses´ es uno de sus trabajos más mediáticos con mujeres en plena calle imitando las posturas de las modelos en las revistas.

Su trabajo ´Niños Vs. Moda´ es otro de los que ha logrado reconocimiento mundial con un grupo de pequeños que comenta las campañas de moda de los últimos años, premiada en 2016 por el Design Museum de Londres.

En su paso por Palma compartió su amplia experiencia como creadora de imagen y activista que utiliza el arte para combatir la desigualdad social que se genera a partir de la imagen y "la enorme cantidad de discursos visuales que normalizan un comportamiento abusivo con las mujeres, desde la pornografía hasta la publicidad y el cine".

- ¿Cuánto poder tienen las imágenes sobre las personas?

- Aprendemos y convivimos con ellas desde nuestra infancia y a lo largo de toda nuestra vida. Las imágenes tienen un papel fundamental a la hora de construir nuestra identidad en base a lo que se espera de nosotros y también determinan cuál es nuestro lugar en la jerarquía social. Funcionan como mapas visuales: tú te buscas en ellas y sabes perfectamente qué rol tienes que desempeñar. Las imágenes son muy poderosas porque lo que está representado existe y por lo tanto está normalizado y lo que no está representado es invisible y, por lo tanto, estigmatizado. Influyen en nuestra vida a muchos niveles, por eso es tan importante aprender a utilizarlas y a filtrarlas.

- ¿Quiénes dominan y generan la producción de imágenes?

- Fundamentalmente los medios de comunicación y las marcas porque tienen la capacidad de llegar a muchísimas personas. Hoy casi todos podemos generar imágenes y de hecho lo hacemos constantemente en redes sociales, pero a nivel individual llegamos a un público muy reducido. Por otro lado, también estamos muy condicionados por lo que vemos en la publicidad, la televisión, el cine y la moda. Me parece muy injusto cuando las personas que trabajan en los medios dicen que sólo dan lo que el público pide, que son un reflejo de la sociedad. Si se nos ha educado en una única mirada y nunca hemos tenido acceso a otro tipo de discursos. ¿Cómo vamos a saber que existen más opciones? Lógicamente pedimos lo único que conocemos.

- ¿Por qué es tan difícil ser consciente del peligro de los estereotipos?

- No somos capaces de identificarlos porque siempre hemos recibido el mismo tipo de lenguaje "las mujeres son cuerpos bonitos, los hombres son personas activas y poderosas" y asumimos que es así de manera natural, no somos conscientes de que esa es sólo una opción de entre millones de opciones más. Los estereotipos nos perjudican a nivel individual dañando la relación con nuestro propio cuerpo cuando no cumple los estándares que se ven en los medios. Nos afecta en nuestra relación con las demás personas porque nos llenan de prejuicios hacia ellas. Y nos restan libertad, porque no podemos elegir quienes queremos ser o cómo relacionarnos si no tenemos distintos modelos para elegir.

- ¿La representación actual de la mujer incita a la violencia?

- Hay una creciente normalización y "glamourización" de la violencia asociada a la figura femenina. La moda, sobre todo, es un sector que con la excusa de llamar la atención utiliza escenas violentas y morbosas aderezadas con vestidos y zapatos de lujo. A través de esas imágenes se va normalizando un nuevo nivel de violencia que luego hay que volver superar. Llega un momento que incluso nos parecen atractivas. Hay muchísimos discursos visuales que normalizan un comportamiento abusivo con las mujeres, desde la pornografía hasta la publicidad y el cine. Parece que en nombre del arte o del beneficio económico todo es justificable.

- ¿Las imágenes refuerzan las desigualdades sociales?

- Absolutamente, y nos llenan de prejuicios con respecto a otras personas. Es muy importante cómo representamos a alguien porque a través de esa imagen vamos a construirnos una idea de cómo es y cuando nos encontremos con esa persona buscaremos confirmar esos rasgos en ella. Hay determinados colectivos como las mujeres o las personas migrantes a los que se suelen representar sin rostro o en situaciones de miseria y eso impide que nuestro cerebro genere empatía hacia ellas. Si queremos mejorar la percepción de algún colectivo en nuestra sociedad tenemos que generar un imaginario que lo dignifique y no que le presente como una víctima o como algo inhumano.

- ¿Qué opina sobre la saturación de imágenes en las redes sociales?

No veo un problema en que todas las personas puedan generar imágenes, de hecho, creo que es muy positivo que así sea. A la larga aportará diversidad a nuestro imaginario y eso significará en un incremento de nuestra libertad. Pero hay que aprender a usar esta herramienta con consciencia, si sólo nos limitamos a reproducir lo que vemos en los medios no servirá para mucho.

- ¿Los selfis nos condenan?

No, al contrario, nos brindan la oportunidad de autorepresentarnos y eso es muy importante. El selfi como cualquier otra herramienta puede ser utilizada de manera positiva o negativa, depende de la decisión de cada persona. Gracias a los selfis ahora también vemos otro tipo de cuerpos y de actitudes en las redes sociales. Es cierto que la mayoría son clones de los cuerpos ideales que nos ofrecen los medios, pero también hay voces diferentes. El body positive, por ejemplo, es un movimiento que logra que muchas personas se sientan mejor con su cuerpo natural. Pero el selfi no sólo puede servirnos para retratar el aspecto físico, también podemos usarlo para retratar acciones, relaciones, situaciones... Nos centramos demasiado en lo corporal y sacamos poco partido a otras posibilidades.

- ¿Qué podemos hacer individualmente para generar un cambio en el mundo?

- El selfi es un buen comienzo. También comunicarnos con las marcas y transmitirles lo que pensamos de sus imágenes. Trabajar desde dentro de los medios que queremos cambiar. Hace falta ampliar esa mirada hegemónica masculina, de clase alta y occidental por miradas de distintos géneros, clases sociales y culturas.

- ¿Los medios de comunicación son el enemigo?

- ¡En absoluto, son muy necesarios! Pero sí hace falta que se pongan las pilas para mejorar la dimensión ética de su trabajo y no reforzar desigualdades sociales justificándolo todo con tal de hacer dinero. Un medio o una marca también representa unos valores intangibles y eso es algo en lo que los consumidores cada vez nos fijamos más. Yo ya no compro ropa de marcas cuya publicidad me parece sexista o cuya producción no es sostenible. Me ocurre lo mismo con los medios. Selecciono bien mi cesta de la compra y mi consumo mediático porque entiendo que también es un gesto político.

- ¿Un Consejo Audiovisual es una utopía?

Debería ser un derecho de la ciudadanía saber en todo momento si lo que estamos viendo es perjudicial, racista, sexista o estereotipado. Creo que la existencia de un Consejo Audiovisual que emita informes de manera regular sobre el tipo de comunicación al que estamos expuestos haría que los contenidos fuesen cada vez de mejor calidad y que las personas tuviésemos una mayor libertad para elegir nuestra dieta de imágenes. La alimentación por ejemplo se cuida muchísimo. El día que entendamos que las imágenes también nos convierten en individuos más o menos conformistas, más o menos manipulables y más o menos críticos empezaremos a ser mucho más selectivos con los contenidos audiovisuales.

- ¿Se llegará a educar la mirada de los niños en las escuelas?

- La tenemos educada ya: todos y todas vemos el mundo a través de una mirada la masculina, blanca, heterosexual porque es la mirada que ha generado todas las imágenes durante siglos. Hay que intentar decodificarla para ser consciente de ella y diversificarla. Es muy importante que en las escuelas se trabaje el análisis de imagen igual que se hace con el análisis de texto o con la sintaxis gramatical. Hoy la gente joven se comunica casi exclusivamente por medio de imágenes por eso es vital desarrollar su capacidad crítica y reflexiva ante ellas.