Cuando el termómetro sube y el rey astro aprieta, las playas se convierten en lugares de peregrinación para miles de personas deseosas de pasar un rato agradable, darse un baño o tomar el sol. Para que la convivencia sea buena y no haya incidentes, los ayuntamientos tienen la potestad de regular el uso de las playas con sus propias normativas.

Ocupar un espacio de arena con una instalación desmontable sin previa autorización, jugar a palas dentro del agua o tocar algún instrumento musical pueden tener una sanción económica como respuesta en función de la playa que visitemos. Algunas de ellas, pueden resultarnos de lo más sorprendentes, pero obedecen a una serie de ordenanzas municipales elegidas por el consistorio.

Orden, tranquilidad, limpieza

A día de hoy, en la mayoría de las playas españolas está prohibido llevar animales sueltos o atados (muchos consistorios abren playas especiales para ir con mascotas). Jugar a la pelota, utilizar gel o champú en las duchas, tocar instrumentos o hacer barbacoas pueden conllevar multas de entre 300 y 600 euros.

La costumbre, muy arraigada entre las personas de determinada edad, de ir a la playa a primera hora de la mañana para dejar plantada la sombrilla y regresar más tarde para ocupar la parcela ha empezado a estar penalizado en muchos municipios de la costa española. Por ejemplo en Torrevieja, donde al infractor le puede caer una multa de 150 euros.

Las ordenanzas municipales regulan también en algunas playas la obligación de poner la sombrilla a como mínimo 6 metros del límite del agua.

La evacuación fisiológica está también terminantemente prohibida, tal y como recoge la normativa municipal en multitud de ayuntamientos del país.

En algunos municipios se regula prohibición de realizar grandes estructuras de arena.

Jugar a las palas ha sido históricamente una imagen clásica de las playas españolas. Sin embargo, muchas ordenanzas contemplan ya sanciones para estos amantes de los deportes, especialmente a los que lo practican en primera línea del mar.

En la localidad barcelonesa de Sitges, bañarse en los espacios reservados para las actividades náuticas y prohibidas a los bañistas, puede ser penado con hasta 3.000 euros de multa.

Ignorar la bandera roja y meterse al mar puede costar en muchas playas de Cataluña 3.000 euros y en la Comunidad Valenciana, 1.500.

Fumar está completamente prohibido en la playa de la Escala (Girona).

Los amantes del nudismo deben saber que sólo pueden realizar esta prácticamente en las playas especialmente señalizadas como tales a menos que quieran arriesgarse a una fuerte sanción económica. Por ejemplo en Cádiz, donde se considera que el nudismo puede perjudicar al turismo.

Quedarse a dormir en la playa, aunque sea tras una noche de fiesta, no es una buena idea, ya que en muchas localidades nos arriesgamos a una fuerte multa. Lógicamente, tampoco la acampada está permitida en la mayoría de playas de España, mucho menos en la temporada estival.

Si te gusta ir a la playa con la música a cuestas, en muchas playas corres el riesgo de ser sancionado. La prohibición no sólo se refiere al uso de altavoces, sino también a los instrumentos musicales.

El consumo de alcohol está también terminantemente prohibido en muchos espacios litorales, de la misma forma que lo está la celebración de botellones o fiestas en la playa.

Además, en Tossa de Mar (Girona) no se puede practicar sexo en la playa. La norma se extiende a toda la ciudad, comportamiento multado hasta 1.500 euros.