P El pasado lunes regresó a 'MasterChef' con motivo de la final de esta edición. ¿Qué sentimientos le invadieron al regresar al plató que la encumbró?

R Me trajo muchos recuerdos pero todo lo viví un poco más frío, al no ser yo el centro de todo, como ocurrió la última vez que estuve allí.

P ¿Siguió con pasión el concurso de este año?

R Todos los días no, pero me ha gustado mucho. Desde el principio vi que Ketty llegaría a la final pero sabía que no ganaría, pues la gente busca otra cosa.

P ¿Entre sus favoritas estaba Marta Verona, la ganadora?

R Sí, por su espontaneidad. Es muy como yo, alocada, pero a la hora de la verdad, responsable.

P ¿Es necesaria la locura en la cocina?

R Sí, aquí estamos todos locos. Hay que echarle muchas horas e intentar estar de buen humor. Acabado el trabajo cae alguna caña, para desconectar, y necesitas la locura.

P Al margen de la locura, ¿qué otras virtudes reconoce?

R Soy seria cuando se precisa, responsable, detallista... También soy paciente y constante. Esas son mis virtudes, creo que son un montón.

P Un montón también son los programas de cocina que actualmente se emiten en televisión. ¿Muchos pero necesarios?

R A mí se me atragantan un poco. Siempre me ha gustado la cocina, y de repente es como si la gente se hubiera despertado y ve lo guay que es la cocina y lo mucho que les mola. Con siete años yo ya estaba metida en la cocina. Yo he estado siempre despierta. Siempre he sabido que la cocina es algo fascinante. Nunca la he considerado una moda.

P Cuatro años después, ¿ganar 'MasterChef' le cambió la vida?

R Me permitió formarme como cocinera en una escuela, moldearme, algo que sigo haciendo. El dinero también me ayudó, porque la formación fue en Madrid, una ciudad que no es barata para vivir. Ganar me abrió caminos, me ayudó a dar un cambio en mi vida, dejar de trabajar como limpiadora de casas, que es lo que hacía antes. Pude salir de todo eso y también ser más abierta, más sociable.

P Vicky Pulgarín Catering, su empresa, cumple tres temporadas. ¿El negocio funciona?

R El negocio funciona bien. El primer año fue muy duro. Mantener esto cuesta un montón. Pero de repente subió como la espuma. El segundo año ya tuvimos 17 bodas. Y en el tercero llevamos 42. No necesito más. No estoy aquí para forrarme.

P ¿Sin riesgo no hay éxito?

R Cierto. A los que dicen "ay, me gustaría tener esto". Pues dos cojones y que lo monten. Al principio no ganarás un duro y harás muchas cosas gratis, pero luego ya llegará el beneficio sobre tu inversión.

P ¿Hay competencia en el sector del catering?

R La competencia es feroz. Hay caterings que son la leche, como el de Jardín, Andreu Genestra o Marc Fosh, tres de mis referentes. Intentamos marcar diferencias para estar con los de arriba. Aquí no entra una gamba congelada.

P ¿Qué define su cocina?

R La mía es una cocina natural, sana, equilibrada, sencilla pero rica y bien presentada. No perdemos el tiempo en decorar.

P ¿Enemiga de la sofisticación?

R Enemiga, no. Me encanta en un restaurante pero no en un catering. No la veo viable.

P ¿Concibe el arte de la cocina como una fiesta?

R Como una fiesta total.

P ¿Lo suyo es alta cocina?

R No, lo mío es más cocina internacional mezclada con la mallorquina. ¿Hoy en día qué es la alta cocina? ¿Hacer una escenificación? Eso lo hace cualquiera. Otra cosa es hacer un guiso. En la alta cocina hay mucha tontería, no saben ni freír un huevo. No sirve de nada. Yo creo en la base de la cocina, no en las chuminadas.

P ¿Qué perfil tienen sus clientes?

R Los hay de todo tipo: futbolistas, gente con pasta, clientes de barrio de toda la vida...

P ¿Con cuántos trabajadores cuenta su empresa?

R Somos seis en plantilla, y los fines de semana tenemos extras.

P ¿Abrirá a corto plazo un restaurante?

R Me gustaría pero... Más que un restaurante abriría otra cosa. Me he recorrido toda la isla buscando un pa amb oli que esté bueno. Y no lo he conseguido. Estaría guay abrir un sitio chulo de pa amb oli, algo exquisito. O una hamburguesería tipo gourmet. También me tira un restaurante con menú degustación. Pero montarlo no sé si da dinero como para vivir, y yo ante todo quiero vivir.

P ¿Cómo soporta la presión turística?

R Con los turistas, a muerte. Que vengan todos, por favor. El turismo es un pilar súper fuerte para esta isla. Vivimos del turismo y no se cuida bien al turista. En algunos chiringuitos dan mierda y encima cara. El turista tiene paladar.