Hace semanas que los más pequeños de la casa acabaron las clases. Tras los campamentos de verano, lo primeros e ilusionantes días de playa y piscina, las horas se hacen cada vez más largos y pronto llegan sus terribles "¡Me aburro!". Si buscas una forma nueva de entretenerlos por un buen rato y dejarles sorprendidos y con una curiosidad que les invite a investigar por ellos mismos, ¡no te pierdas estos cinco experimentos científicos para hacer con niños!:Creando niebla

La niebla es uno de los fenómenos atmosféricos que más fascinan a los niños. Con este experimento, los niños aprenderán cuáles son los factores que influyen en su formación, y cómo ponerlos en práctica.

Materiales:

  • 1 vaso de cristal
  • 1 colador
  • 3 hielos
  • Agua caliente

En primer lugar, coge una jarra de agua caliente y llena un vaso ancho hasta arriba. Deja que el vaso se caliente durante 30 segundos y después vacíalo por la mitad. A continuación pon un colador sobre el vaso y coloca tres cubos de hielo. Verás como el vapor que queda por debajo empieza a condensarse.

Esto se debe a que parte del agua caliente se convierte en vapor. El vapor que está debajo de los hielos se enfría y termina convirtiéndose en agua, lo que se denomina condensación. Las pequeñas gotas de agua que quedan suspendidas en el aire forman la niebla.

Volcanes de limón

Mediante este experimento científico, los niños aprenderán a elaborar un auténtico volcán hecho con un limón, y podrán ver la reacción química del ácido cítrico y bicarbonato de sodio usando la mesa de luz.

Materiales:

  • 2 limones por volcán
  • Bicarbonato de sodio
  • Acuarelas Líquidas
  • Palo de madera
  • Jabón para platos
  • Bandeja

En primer lugar, prepara el limón cortando el fondo para que quede plano. Voltea el limón y abre bien el centro. Prepara el jugo de un limón extra cortando un segundo limón por la mitad y verter el jugo en una taza.

Después, coloca el limón en una bandeja sobre la mesa de luz. Utiliza el palo de madera para mezclar el centro del limón y sacar los jugos. Asegúrate de mantener el jugo dentro del limón. A continuación, coloca unas gotas de acuarela líquida sin diluir en el centro del limón.

Añade un buen chorro de jabón para los platos dentro del limón. Esto no es imprescindible para el experimento, pero provoca que aparezcan muchas burbujas y espuma.

Añade una cucharada de bicarbonato de sodio en el limón, de esta manera comenzará la reacción. Usa el palo de madera y revuelve el jugo del limón. Verás que erupción del volcán mientras lo revuelves.

Para mantener la reacción ve agregando más bicarbonato de sodio, colorante, jabón de plato y el jugo de limón reservado a la reacción, alternativamente. Finalmente, exprime el limón con las manos para liberar los jugos también es una opción para la reacción.

Monedas que desaparecen

Este experimento es una excelente oportunidad para introducir a los jóvenes y a los niños el fenómeno de la refracción

Materiales:

  • 1 moneda
  • 1 vaso de cristal
  • Agua

Primero, cogeremos un vaso de cristal y una jarra de agua. Introduciremos en el fondo del vaso una moneda e iremos poco a poco llenando el vaso con agua. Por ahora, la moneda seguirá viéndose reflejada en el fondo del vaso. La razón es la propia ubicación de la moneda; la luz reflejada llega hasta nuestros ojos.

No obstante, de colocar la moneda bajo el vaso de agua, se volverá invisible ante nuestros ojos. La luz, al pasar de medio se desvía, como al pasar de aire a agua, o de agua a cristal. Es este el fenómeno llamado refracción. Si miramos el vaso desde otro lado, la refracción nos hará creer que la moneda ha desaparecido.

La flotabilidad

Si pones un huevo en agua se hundirá irremediablemente hasta el fondo, pero si añades una cantidad suficiente de sal conseguirás que flote. Descubre por qué y aprende sobre densidad y flotabilidad con este sencillo y divertido experimento.

Materiales:

  • Un huevo crudo.
  • Un vaso.
  • Sal.
  • Una cucharilla.

Echa agua en un vaso. A continuación pon un huevo, con cuidado de que no se rompa, en el agua. Podrás observar como el huevo se hunde. Después añade sal cucharada a cucharada y remueve con cuidado de no romper el huevo. Tras unas cuantas cucharadas de sal verás como el huevo flota. ¿Por qué?

El huevo se hunde en el agua porque su densidad es mayor que la del agua. Un volumen de la sustancia huevo tiene mayor masa que un mismo volumen de la sustancia agua. Al añadir una cantidad suficiente de sal conseguimos una mezcla cuya densidad es mayor que la del huevo, y como consecuencia, el huevo flota.

Levitación

Con este truco casero conseguirás que un objeto levite. En este caso se trata de un anillo de plástico, muy fácil de conseguir a partir de cualquier bolsa que tengamos por casa, el cual conseguiremos que vuele y se mueva sin tocarlo. Con un simple globo y un poquito de electricidad estática, podremos manejar el anillo a nuestro antojo

Materiales:

  • Un globo.
  • Una bolsa de plástico.
  • Unas tijeras.
  • Una prenda de lana o nuestro propio pelo.

El primer paso es poner la bolsa de plástico en una mesa o cualquier otra superficie y estirarla bien. Una vez estirada, tenemos que doblarla a lo largo en cuatro trozos.

A continuación, cortamos la parte inferior de la bolsa y medimos unos tres o cuatro dedos desde ese punto y volvemos a cortar. Cogemos el trozo recortado y lo abrimos; este será nuestro anillo volador

Por otro lado, inflamos un globo y lo anudamos. Para que "vuele" nuestro anillo, lo único que tenemos que hacer es frotar repetidas veces el globo con alguna prenda de lana o simplemente nuestro pelo, y hacer lo mismo con la parte externa del anillo. Lanzamos hacia arriba el anillo de plástico y colocamos la parte que hemos frotado del globo de cara al mismo. Como podremos comprobar, se repelerán continuamente y dará la sensación de que el anillo está levitando.

Al frotar ambos objetos con lana o pelo, lo que hemos hecho ha sido llenarlos de carga negativa. Al igual que en los imanes, las cargas del mismo signo se repelen, por lo que al colocar el globo debajo del anillo, éste lo repele hacia arriba y conseguimos que el anillo de plástico, al ser muy ligero, levite.