Catorce investigadoras españolas y mexicanas han suscrito una carta de apoyo al biólogo Francisco J. Ayala, recientemente forzado a dimitir por la Universidad de California Irvine (UCI) de todos sus puestos después de "constatar la veracidad" de las denuncias de cuatro mujeres por acoso sexual.

Las firmantes expresan su preocupación por estas acusaciones, así como por la respuesta de la UCI.

Se trata de un segundo comunicado después del promovido ayer por investigadores de la propia universidad californiana y firmado por 55 científicos internacionales, de entre ellos 20 mujeres.

El comunicado de las científicas españolas y mexicanas es una versión en español del anterior, algo más extensa y solo rubricado por expertas de estos dos países y que en su mayoría también firmaron el internacional.

Además todas ellas han trabajado en algún momento con Ayala o han tenido alguna vinculación con él.

"En el tiempo en que hemos conocido y estado en contacto con el profesor Francisco J. Ayala, su comportamiento nunca fue inapropiado", señalan las científicas, procedentes de la Universidad Nacional Autónoma de México o de las españolas de la Universitat de les Illes Balears, Complutense de Madrid, Barcelona o Valencia.

Las firmantes aseguran que nunca se han sentido "coaccionadas, acosadas sexualmente o que nuestra carrera dependiera de nuestra respuesta hacia su persona. Muy al contrario, siempre hemos sido tratadas con el máximo respeto, cortesía y educación".

El pasado 29 de junio se conoció que la UCI había forzado a Ayala a dimitir de sus cargos, después de que la universidad hubiera realizado una investigación -entre noviembre de 2017 y mayo de 2018-, la cual incluyó entrevistas a más de 60 testigos además de a las científicas denunciantes, empleadas del centro de estudios.

Ayala, tras esta decisión, indicó: "Lamento profundamente que lo que siempre he creído como buenos modales de un caballero europeo -saludar a las compañeras mujeres de manera cálida, con un beso en ambas mejillas o hacerles cumplidos sobre su belleza- haya hecho (sentirse) incómodas a colegas que respeto".

"Nunca fue mi intención hacerlo", agregó el científico, quien apuntó que no desea colocar a estas mujeres, a su propia familia y a la universidad en medio de un "largo proceso de investigación adicional, audiencias, apelaciones y demandas".