"Es repugnante... se merecen que les sirvan esa misma carne a ellos", sentenciaban los lectores a Cárnicas Luis ante la denuncia de los trabajadores, que aseguran que la empresa investigada por tener carne caducada en el año 2016, usaban lejía y el desengrasante KH7 para eliminar el moho del género y ponerlo a la venta.

El padre y tres hijos de esta firma familiar fueron citados en la Jefatura de Policía, donde fueron detenidos por delitos contra la salud pública, contra los derechos de los trabajadores, falsedad documental y estafa.

"A los que han pagado y comido la carne podrida de qué les sirve que estos señores paguen una multa a la administración. Deberían darle una indemnización a los afectados", apuntaba un internauta, mientras otro se alarmaba: "Con la salud de la gente no se juega. No he oído nada más asqueroso en mi vida... la sanción tiene que ser de aúpa".

"Yo he comprado la carne ahí hace más de un año y medio y la verdad es que siempre ha sido exquisita. Cierto que compro la de calidad, pero nunca yo y mi familia hemos podido decir que está mala", daba su testimonio un lector. "La caducidad es algo muy muy discutible, se ponen fechas por precaución, no por comer una carne pasada de esa fecha te vas a morir, no tiene por qué ser así, depende de muchos factores", explicaba alguien que apuntaba a "una estafa de este comercio por ofrecer calidad y en su lugar vender un género que pone en riesgo la salud de sus clientes".

La empresa de Santa Ponça negó los cargos que pesan sobre ella y tildó de "falsas" las informaciones sobre la operación policial y la inspección de Salud.

Del asco a las risas, unas irlandesas disfrazadas que estaban en Magaluf de despedida de soltera quedaron atrapadas en un ascensor y la noticia desató las carcajadas. "Vaya pintas para ser rescatadas", se mofaban unos y otros criticaban: "Normal que les pase si se mete tanta gente a la vez".