Pierre Casiraghi, hijo menor de Carolina de Mónaco y el malogrado Andrea Casiragui, estuvo esta semana en Mallorca, cuenta la revista Vanity Fair. La escapada tuvo un motivo principal, probar el superdeportivo BMW i8 Coupé, la última joya de la marca alemana, un dos plazas híbrido de 375 caballos de potencia, tracción a las cuatro ruedas y diseño futurista con una autonomía de hasta 55 kilómetros en modo cien por cien eléctrico, a una velocidad de 120 kilómetros por hora, y unas prestaciones reales de coche de carreras: aceleración de 0 a 100 en 4,6 segundos y velocidad punta de 250 kilómetros por hora.

El príncipe monegasco, cuya esposa, Beatrice Borromeo, se encuentra en la última etapa de su embarazo, se dejó ver con el automóvil por el Real Club Náutico de Palma y también atravesó el polígono de Levante y la calle posterior al Palacio de Congresos a toda velocidad. Eso sí, no conducía él, sino que iba de copiloto.

Fotografía: Lorenzo Marina

Según narra la revista, Cariraghi ha confiado en BMW como socio para que transfiera su experiencia en innovación y tecnología dentro del sector del automóvil a su embarcación de regatas, implementando materiales más ligeros y propulsores eléctricos. Pierre Casiraghi es el patrón del GC32 Malizia, con el que participó en la última edición de la Copa del Rey de Vela.

Durante su estancia en Mallorca salió a navegar y probó la nueva tecnología del Malizia, comió en el restaurante del Real Club Náutico de Palma y se hospedó en el hotel Castell Son Claret, en es Capdellà, en el municipio Calvià.