La presentación de las añadas 2018 de la bodega José L. Ferrer de Binissalem generó una gran expectación. Un gran número de profesionales y amantes del vino no quisieron perderse la cita. Sus responsables, José Luis Roses, Pep Roses y Maria Roses abrieron, ayer, las puertas de par en par de las instalaciones para descorchar decenas de botellas de vino. Pep Roses explicó que para este año han preparado 650.000 botellas de vino, un 35% menos que el año pasado, debido a la sequía que protagonizó el verano de 2016. "No somos los únicos que lo hemos notado, la producción también ha descendido un 25-30% en Europa", explicó el director técnico de la bodega.

Novedades de este año

Durante el evento, la bodega familiar presentó los 19 vinos que elabora. De entre estos, y como novedades, cabe destacar los dos elaborados con la uva autóctona Giró Ros. Por una parte, se pudo degustar el Ferreret Giró Ros 2017, un blanco monovarietal auctóctono, fermentado y criado en barrica de roble francés durante 3 meses. Mientras que con Dues blanco se ha combinado esta uva autóctona con la foránea, de origen francés, Chardonnay.

También se probaron los más clásicos como el Blanc de Blancs, en el que predomina la variedad autóctona Moll; el Crianza, con los toques característicos del Mantonegro de Binissalem; y la gama de ecológicos Pedra, en blanco, tinto y rosado. La cuarta generación de la bodega también brindó la oportunidad de catar la serie Veritas, compuesta por los dos Brut Nature de la casa, el rosado Roig, el Vinyes Velles 2015, el Reserva de 2014 y el vino dulce 100% Moscatel de Gra Menut, entre otros vinos.