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Regreso al futuro

El homo sapiens ya dio su último estirón

El homo sapiens ya dio su último estirón

Entre 1896 y 1996, las mujeres de todo el mundo crecieron en un intervalo que oscilaba entre los 3,6 y 8,3 centímetros más que sus antepasadas. Los hombres también ganaron estatura, en un promedio que osciló entre los 3,6 y los 8,8 centímetros. Los datos sobre la evolución física del homo sapiens correspondientes a los siglos XIX y XX revelaban que a medida que pasaran los años, la raza humana viviría más años, sería más alta y obtendría mejores marcas en todos los deportes. En vista de semejante progreso, derivado de una mejora sin igual de la calidad de vida, hubo quien se lanzó a aventurar que en el futuro llegaríamos a vivir entre 200 y 500 años y que, a partir de 2010, cada década añadiríamos dos o tres años más nuestra esperanza de vida.

Pero no. Parece que la raza humana está llegando a su límite de mejora fisiológica. Eso es lo que sostiene un estudio firmado por un equipo de científicos encabezados por Adrien Marck, del Instituto de Investigación Médica y Epidemiológica (IRMES) de Francia y publicado por la revista Frontiers in Phisiology. Es más, no sólo es que hayamos tocado techo físico como especie, es que ese progreso corporal se está "desacelerando" en los últimos años. Ejemplo, según indica el estudio, en las series históricas largas en Europa occidental y en los países escandinavos se aprecia que baja la resistencia y la fuerza de los hombres jóvenes. En general, añade el trabajo, la capacidad física del homo sapiens está reduciéndose en la mayoría de las sociedades desarrolladas.

Durante el siglo XX logramos "una progresión sin precedentes" en cuanto a la esperanza de vida por las mejoras nutricionales, científicas, tecnológicas, médicas y sociales. Pero, por mucho que mejoremos todos esos factores, parece que hemos tocado techo en cuanto a esperanza de vida (85-95 años) y que la longevidad máxima oscilará entre los 115 y los 125 años. Desde 1997, nadie ha conseguido superar la barrera de los 120 años. El estudio advierte de que se está deteniendo esa aceleración en la esperanza de vida que hubo en toda la centuria pasada y que, incluso, está revirtiendo el proceso. Tampoco vamos a seguir creciendo más. Las estadísticas empiezan a dibujar una meseta en las tres últimas décadas.

? Total, que como especie ya hemos dado todo el "estirón" físico que podemos dar sin recurrir a la química, así que en próximos años ya podemos olvidarnos de celebrar nuevos récords en pruebas deportivas, apuntan estos expertos. Ya dimos con el tope. Ahora lo que nos queda es no ir a peor, subraya esta investigación. Es decir, invertir en deportes de base para mejorar la salud y plantear estrategias para aumentar la calidad de vida. Sobre todo teniendo en cuenta de que la actividad humana es hoy el "el principal actor implicado en las alteraciones ambientales". Nos llegan señales de que algo va mal: en la última década, la altura del ser humano en algunos países de África ha disminuido por falta de alimentación y cuidados sanitarios.

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