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Tanto talento

Robin Wood: La mueblería sincera

Palés, muebles, espejos y objetos cotidianos que caen en el olvido cobran una nueva vida de la mano de Pau Guitelzon, que diseña piezas únicas de madera en su proyecto Robin Wood. Con la consigna de "la mueblería sincera", esta tienda pretende ofrecer un producto único, original y ´low cost´

Pau Guitelzon, propietario de Robin Wood, posa en el mostrador de la tienda, donde se pueden observar varios de sus artículos a su espalda Victor Forés

Paseando a lo largo de la calle Fábrica de Palma, llama la atención un gran rótulo de madera que deja ver unas letras iluminadas desde dentro y que destaca de entre los otros carteles de la calle. Esa creatividad se refleja en el interior del local. Estamos hablando de Robin Wood, la tienda de “la mueblería sincera”. Pau Guitelzon, el propietario, dejó atrás su etapa rockera en Barcelona, donde tocaba con los The Midnight Travellers, y se lanzó de pleno en este proyecto. “En Barcelona, a la vez que tocaba con el grupo, empecé a diseñar con madera como hobby. Tenía una casa en el campo y me dediqué a ello”, comenta. En marzo del año pasado materializó su hobby en una profesión y abrió la tienda en Fábrica. Un rincón con sus inventos y sus ideas.

Robin Wood pretende, a través de un proceso creativo, restaurar y reciclar muebles viejos con el fin de darles un toque más llamativo y nuevo. Hacer de lo común y en desuso algo nuevo y con un diseño original. En la tienda podemos encontrar raquetas, monopatines, herramientas de cocina o bolsas que han pasado a una nueva vida con más utilidad. “Veo algo y mi cabeza hace chiribitas y me pongo a crear. A veces pruebo cosas que no valen para nada y tengo que tirarlas”, asegura Guitelzon acerca de su proceso creativo.

La tienda ha evolucionado desde que la abrió. El beneficio real lo saca de encargos de muebles a medida. “He hecho el mobiliario de una cafetería y una guardería del barrio. El vender cosas que me apasionaban ha cambiado a hacer encargos a clientes fijos. Algunos me gustan más y otros menos”, afirma el propietario. También hay señoras mayores que acuden a la tienda y le piden que les arregle una puerta o que les cuelgue un cuadro. “También lo hago cuando tengo tiempo, es un oficio que se ha perdido” añade. Robin Wood es una mezcla de carpintería creativa y la restauración. La influencia de internet también se nota en el día a día del trabajo de Guitelzon: “A veces me piden que intente reproducir cosas que la gente ve por internet, y yo le doy mi toque personal”.

En la tienda tiene cabida cualquier propuesta relacionada con la restauración que se precie. Lo que más demanda tiene en los últimos meses son carteles con palé como el que presenta el escaparate de la tienda que, aunque el diseñador afirma que el palé está empezando a pasar de moda, se sigue usando.

También el mobiliario a encargo, que aporta una estabilidad de demanda a la tienda y explota su creatividad.

Proyección y originalidad

“Los mercadillos son importantes para darse a conocer a mucha gente, aunque teniendo una tienda no me debería hacer falta acudir a ellos”, afirma. Pero lo necesita. Eso y el posicionamiento online. Aunque ha estado este año y medio sin vender online, ahora abrirá su página web bajo el dominio de www.robinwoodpalma.com. Aunque mucha gente lo hace al revés: vende online y luego pasa a la tienda, el diseñador apostó por abrirla de primeras, ya que también tiene su taller allí, “así que me hacía ganas empezar a lo grande”, concluye. Lo hace todo en el taller de la tienda, si las dimensiones u otros factores no le obligan a hacerlo en espacios abiertos.

En cuanto a la experiencia de abrir una tienda de estas características, Guitelzon afirma que “el público es muy agradecido. Y eso te llega. Por otro lado, intento ser low cost y eso hace que tenga que trabajar muchísimo para que sea rentable para poder vivir.

La filosofía del Robin Wood siempre ha sido “la mueblería sincera” porque a todo lo que restaura o hace nuevo, por muy bonito que sea, no se le sube el precio. “Valoro las horas de trabajo y el objeto, pero siempre intento ser low cost”.

El hecho de realizar cada uno de los objetos en el taller, hace que sus artículos sean únicos, porque ninguno es igual. Nunca reproduce exactamente cada pieza. “Puedo hacer series, pero son distintas entre sí”.

Muchos de los muebles o palés que convierte suelen estar abandonados. “Igual he cogido mil palés”, añade el diseñador, a quien los vecinos también le regalan sus muebles, porque los quieren tirar. Los espejos también son reciclados.

Además, tiene convergencias con artistas locales, que aportan sus obras y decoran la tienda.

Como Robin Hood, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, su versión Wood rescata muebles en el olvido y les da una nueva oportunidad mediante el diseño.

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