Hay ocasiones en las que tomar decisiones se hace cuesta arriba. Las dudas, el estrés o el corazón pueden nublar nuestra mente a la hora de decidir cosas importantes para la vida. ¿Me embarco en ese negocio? ¿Pido un préstamo? ¿Digo que sí a ese trabajo? Son cientos las preguntas que se nos pueden presentar en el día a día y que suponen una premisa importante tanto en nuestro futuro inmediato como a largo plazo.

Así, la periodista comercial estadounidense Suzy Welch pone sobre la mesa un método "infalible" con el que dejar las dudas a un lado y decir sí o no a todos esos frentes que se presentan diariamente. "El 10/10/10 ha demostrado su eficacia en decisiones grandes y pequeñas, rutinarias y radicales, cambiando vidas para mejor en el hogar, en el amor, en trabajo, y en la amistad", señala la autora en su libro, en el que explica con detalle la manera de llevar a cabo un método que muchos ya han implementado en su vida diaria.

¿Cómo se lleva a cabo el método?

"El proceso es claro, directo y transparente. Todo lo que se necesita para comenzar son tres simples preguntas. Cuando se enfrente a un dilema complejo, deténgase y pregunte: ¿Cuáles serán las consecuencias de mis opciones en 10 minutos, 10 meses y 10 años? Los resultados son esclarecedores y rara vez predecibles", señala Welch. Según la autora, la clave está en pensar en las consecuencias de lo que se decida y dejar de lado los sentimientos.

Según los expertos, son demasiadas las ocasiones en las que la situación personal de cada persona provocan resoluciones desafortunadas. "Al pensar en los momentos de su propia vida y la de los demás, se proporcionan las herramientas para desentrañar nuestros objetivos y valores más profundos, afrontar con sinceridad nuestros miedos y sueños y librarnos de la angustia, la frustración y el arrepentimiento", concreta Welch.

En su libro, que ha sido todo un éxito de ventas en Estados Unidos, la autora presenta "una idea transformadora que puede reemplazar el caos con consistencia, la culpa con alegría y la confusión con claridad".

Por descontado, no es una ciencia cierta, nadie puede saber cómo va a estar dentro de diez años, pero sí que es una forma de responderte a ti mismo. Además, este método también sirve para negociar mejor. Será más fácil convencer a los demás de algo si nos sentimos muy seguros de lo que estamos contando y conseguimos transmitir exactamente cual será el impacto que generará la elección.