Dice Nico Guevara (Palma, 1976) que siempre le han fascinado los objetos y que le parecía algo mágico poder crearlos. Su interés por el diseño industrial se desarrolló en un ambiente hostil en el que apenas encontraba información. Tras superar las pruebas de acceso, estudió en la Escuela Massana de Barcelona, ciudad en la que inició su carrera profesional. Trabajó para la firma Lotusse y para el diseñador de moda Miguel Adrover con quien desarrolló diversos proyectos en Europa y Estados Unidos. En la actualidad Nico Guevara es director de producto de Nokte, empresa mallorquina especializada en diseño gastronómico con clientes en Europa y Emiratos Árabes. En su vertiente más artística, ha firmado una colección limitada de piezas para el restaurante El jardín de Macarena de Castro. También para la chef mallorquina es su proyecto de interiorismo del restaurante 20º en Düsseldorf.
Ser permeable. "El diseño industrial parte de condicionantes y has de tener habilidad para superarlos. No partes de la libertad absoluta; eso sería arte". Los condicionantes de los que habla Nico Guevara pueden llegar en forma de normativas, materiales o modos de producción. "Puedes tener una idea inicial, pero tienes que ser permeable. Modificas y llegas a resultados", opina. A la hora de acometer un trabajo, Nico Guevara tiene claro que hay que "escuchar, parar y pensar antes de precipitarse y contestar. Y cuando piensas, te haces preguntas. A lo mejor no llegas a algo óptimo, pero acotas y tienes menos errores".
La precisión y el fallo. Su trabajo para Nokte le ha permitido conocer de cerca cómo debe acometerse una producción seriada en la que todas las piezas de grandes tiradas deben quedar iguales; perfectas: "Es el diseño y todo lo que conlleva de fabricación, de producción, de logística y de responsabilidad", resume. Sin embargo, Nico Guevara se mueve también en otro registro, más libre, el diseño de ediciones limitadas, como la que firma para Macarena de Castro: "Es una forma de trabajar muy diferente. El fallo está dentro del proceso. Buscas la espectacularidad en los detalles, son piezas más esculturales", enumera.
Confort mental. Con sus diseños Nico Guevara no busca trascender como creador de una estética o un estilo propio aunque matiza: "De la estética no puedes huir, a lo mejor te gustan más ciertos materiales, pero no me cierro a nada y no tengo ideas preconcebidas. No voy con una predisposición a usar un material determinado sino a encontrar el que sea más óptimo".
La búsqueda es, en definitiva, otra: "Piezas muy sencillas que cumplan su función, que sean fáciles de ubicar y que no tengan una estética demasiado fuerte". Son lo que Nico Guevara denomina objetos silenciosos, con valores cualitativos y atemporales en los que también se cuida la parte sensorial. "La gente busca confort mental. En un espacio en el que hay muchos objetos no todos pueden ser recargados", reflexiona. En definitiva, el objetivo es "diseñar lo justo y ser estético con eso".
Sin embargo, opina que no es fácil alcanzar esa meta en una sociedad que vive inmersa en una suerte de capitalismo estético: "Está todo tan estetizado y con la velocidad a la que vivimos, es más fácil coger un registro estético y dar sentido a una pieza, pero al final, le faltará solidez", argumenta.
