Las visitas guiadas por las terrazas de La Seu son todo un éxito y es que permiten contemplar la panorámica de toda Palma desde una nueva e impresionante perspectiva. Pero además de las espectaculares vistas, permiten descubrir algunos de los rincones más curiosos y desconocidos de la Catedral como, por ejemplo, el campanario, las terrazas de los arbotantes o el pasadizo entre las dos torres de la fachada principal. Pero sin duda uno de los grandes atractivos es el rosetón mayor, una de las maravillas de la arquitectura gótica. Para contemplar estas delicias, los visitantes tienen que subir 208 escalones para llegar a la parte más alta del templo.

Con motivo de la fiesta de la Dedicación, ayer la Catedral organizó una jornada de puertas abiertas a sus terrazas con siete visitas guiadas durante todo el día. Más de 175 personas disfrutaron de sus panorámicas. "¡Qué bonito! Merece la pena subir más de doscientos escalones para disfrutar de estas vistas", coincidieron los primeros visitantes a las terrazas, que no dudaron en llevarse como recuerdo una foto con la ciudad de Palma de fondo".

La visita comienza en el Portal de l'Almoina desde donde se accede al campanario de 47,80 metros de altura. Para acceder a lo más alto, hay que superar una escalera en espiral. Antes de completar los 208 escalones que llevan al visitante a lo más alto se hace una primera parada en la Sala Mitjana.

A más de treinta metros se alza el gran rosetón mayor otro de los grandes atractivos de la visita. "Los colores de la vidriera son espectaculares", comentaban entusiasmados los visitantes que ayer tuvieron la oportunidad de disfrutar de Palma vista desde las terrazas de La Seu.