Los Príncipes de Gales se convirtieron en unos asiduos del Palacio mallorquín en los veranos de los años 80. Carlos de Inglaterra, Lady Di y sus hijos Guillermo y Enrique disfrutaron de las aguas mallorquinas durante varios estíos al pasar unos días de descanso en Marivent como invitados de la Familia Real española. La atención que provocó la princesa De Gales no solo fue a nivel informativo, sino también popular. A finales de los 80, la prensa local ya informaba de su llegada con titulares como "Los Príncipes de Gales", otra vez en casa. En aquellos años, sus vacaciones en Mallorca tenían un acento totalmente familiar y un sabor mediterráneo.