El galerista Michael O. Kewenig, codirector, junto a su esposa Jule, de la Galería Kewenig, con sede en Palma, ha fallecido.

Su galería, habitual de encuentros tan importantes como la feria ARCO y destacadas citas de arte contemporáneo en la actualidad, caso de Art Basel y Art Basel Miami Beach, se encuentra situada desde 2007 dentro del oratorio de Sant Feliu y abarca el trabajo tanto de artistas consagrados de gran trayectoria como de otros más emergentes. Una lista que incluye, entre otros muchos nombres, a Marcelo Viquez, Sean Scully, Bernardí Roig, Seydou Keita o Sandra Vásquez de la Horra. "Nuestra programación -explicaba el galerista- es heterogénea, pero coherente. Hay artistas que nos convencen por su obra y otros, por su personalidad. Una galería trabaja tanto con el arte como con el artista".

Berlín y Colonia

Inaugurada en septiembre de 2003, la palmesana Galería Kewenig estaba dirigida por el matrimonio formado por Michael y Jule, también propietarios de un warehouse en Berlín situado en una subestación eléctrica que data de principios del siglo XX, en el barrio de Moabit.

El origen de Kewenig, la galería, se remonta a 1986, cuando Michael y su esposa fundaron este centro en Frechen (Alemania) con un programa integrado por representantes del arte conceptual, del minimalismo, el arte povera y el arte contemporáneo. Colonia (Alemania) fue otra de las ciudades en las que este galerista desarrolló su pasión, con el artista francés Christian Boltanski como uno de sus creadores talismán. Y también Berlín, donde abrió un espacio en el Palais Happe, un edificio de 1688 situado en la Isla de los Museos.

En una entrevista concedida a este diario en 2008, Michael O. Kewenig confesó que su "problema" en Mallorca es que "es una isla muy alemana para mí. ¡No vuelo dos horas desde Alemania para encontrarme mi país en la isla".

El galerista siempre agradeció a Ferran Cano que le ayudara a relacionarse con personas ligadas al arte en Mallorca.

Antes de dedicarse por completo al arte, Michael O. Kewenig ejerció de abogado, pero "el nivel de trabajo era tan absorbente que decidí abandonar las leyes".