Negocios que desaparecen, costumbres que caducan, calles que renuevan su identidad borrando la personalidad de la ciudad. A pesar de los elementos que concurren en los recuerdos de cada ciudadano, la historia de Palma se dibuja en cada mente totalmente diferente. "La ciudad de Verdaguer ha desaparecido para siempre", sentenció ayer Carlos Garrido durante los ensayos de La Palma esvaïda que se representó ayer en Can Balaguer.

El espectáculo nocturno centrado en la obra de Mario Verdaguer "cuenta las anécdotas de cómo se vivía en el siglo XIX; de aquellos que llevaban sombrero, cómo se saludaba, tiempos en los que todo el mundo se conocía en la ciudad". Un viaje que comienza en la sala noble y que continúa a lo largo de tres habitaciones "para explicar la vida de los pintores, como la imagen de Antoni Gelabert, o sobre la literatura de Miquel Sants Oliver, maestro de Mario Verdaguer". El final del viaje volvió al primer escenario donde Garrido rememoró la vida de este escritor "que pasa desapercibido entre los ciudadanos".

El vals de Palma

El actor mallorquín Xavi Núñez representó al maestro de ceremonias que acompañó a cada espectador a "un sueño en el que el escritor vuelve al instituto y vive un reencuentro de todos los personajes. Un regreso a la ciudad que echa de menos", explicó el artista.

Mariona Forteza evocó la misma melancolía en els vals que cerró la obra. " Cases extrapola esta historia con las sensación que todos sentimos cuando recordamos nuestro hogar de pequeños y que hemos dejado, todos aquellos hogares que vamos perdiendo pero que en nuestro subconsciente continúan tan vivas como antaño", explicó la cantante.

La Palma desvaïda permite comparar la ciudad del general Weyler, a pocos metros de Can Balaguer, el Círculo Mallorquín o Joan Alcover con la actual. Garrido considera imprescindible el recordar una figura tan representativa de la isla y que "sorprende que no cuente con una calle". "Pensé que Mario Verdaguer pasa más desapercibido fuera del ámbito de la literatura, pero la acogida de esta obra ha sido espectacular, más de 300 personas se han quedado sin entrada", aseguró asombrado Garrido.

Desde que abriera sus puertas la semana pasada, Can Balaguer acogió ayer el primer acto de los programados para la temporada. "Es un lugar perfecto para realizar actividades culturales", señaló Llorenç Carrió, regidor de Cultura.