La búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo ha vuelto este sábado al Guadalquivir, después de ocho años, con el inicio del rastreo en una dársena del río a su paso por Sevilla, lo que supone al menos el séptimo dispositivo de este tipo que la Policía ha puesto en marcha, sin obtener resultados.

A raíz de las múltiples versiones del asesino confeso, Miguel Carcaño, los restos han sido buscados en el Guadalquivir, en un vertedero, en la denominada Ruta del Agua, en Caño Ronco, en la finca Majaloba de La Rinconada y en una escombrera de Camas, además de en otras zonas próximas a la capital sevillana donde los rastreos se abandonaron pronto por la inconsistencia de las pistas.

El nuevo dispositivo se ha iniciado después de que el juez de instrucción 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, ordenara la semana pasada buscar en esta zona no rastreada del Guadalquivir el cuerpo de la joven, que fue asesinada en enero de 2009.

El juez atendió así la petición de la Policía tras un informe realizado por un técnico que intentó localizar el cuerpo de la joven mediante un georradar en la dársena del río, no afectada por la corriente fluvial, y cuyos resultados apuntan la posibilidad de que existan restos humanos en la zona.

El cuerpo de Marta del Castillo podría, excepcionalmente, estar bien conservado tras permanecer ocho años bajo aguas tranquilas y sin movimiento, como ocurre en esa dársena del río Guadalquivir, según informaron a Efe fuentes de la investigación.

En la búsqueda participarán militares del Instituto Hidrográfico de la Marina, buzos del Grupos Especial de Operaciones (GEO), y especialistas del Servicio de Planimetría de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, de la Unidad de Intervención Policial (UIP), y de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla.

Los responsables de estas unidades se reunieron el viernes para planificar el dispositivo y visitaron el lugar, a la vez que acordaron empezar en cuanto la meteorología lo permitiera.

Marta del Castillo desapareció el sábado 24 de enero de 2009 en Sevilla cuando tenía 17 años, y en estos ocho años los numerosos intentos de encontrar su cuerpo han sido infructuosos para la Policía sevillana, que cedió el caso a una nueva brigada de Madrid denominada de Análisis y Revisión de Casos.

Lo ocurrido con la menor sigue siendo una incógnita y el juez al que le correspondió esta causa aún mantiene una pieza separada para buscar los restos de Marta tras la condena de su asesino confeso, Miguel Carcaño, a 21 años y tres meses de prisión.

Una larga búsqueda

Una larga búsqueda

Las búsquedas siempre han estado rodeadas de una gran expectación social y mediática y, además de no arrojar nunca datos positivos, ha provocado alguna falsa esperanza en la familia, como cuando se encontraron en Majaloba mallas de obras similares a las que describía Carcaño o cuando se hallaron unos huesos en la escombrera de Camas, que finalmente tenían doscientos años de antigüedad.

La última búsqueda se desarrolló entre 2014 y 2015, en dos intervalos, en el entorno de la escombrera de Camas, incluso en una estación de bombeo de agua que no tenía uso en esa parcela.

En 2013 se estuvo varios días buscando en la finca Majaloba, donde se excavó en numerosos puntos marcados por el georradar y coincidentes con una tubería, según la nueva versión que en ese momento había dado Carcaño a la Policía.

En 2010, en la localidad de Camas, se buscó en Caño Ronco, según los testimonios de vecinos que alertaban de que en la época de la desaparición de Marta del Castillo no habían concluido unas obras de canalización de un arroyo.

En marzo de 2009 se buscó en un vertedero de Alcalá de Guadaíra cuando Carcaño dijo que habían tirado el cuerpo a un contenedor.

La primera búsqueda fue en febrero de 2009, dos semanas después de la desaparición, en las orillas del Guadalquivir en Sevilla, un río que siempre ha captado las sospechas y al que hoy se vuelve.

Mientras tanto, Carcaño cumple su pena en Herrera de la Mancha (Ciudad Real).