Más de cuatro mil personas se dieron cita en el paseo del Born el pasado sábado para disfrutar con las campanadas y dar la bienvenida al 2017, en una verbena que se trasladó de su emplazamiento habitual, la plaza de Cort, a causa de las obras que allí se están llevando a cabo.

Con mucho champán, el cotillón de rigor y la música movida del conjunto mallorquín The Claps. Así arrancó 2017: con exaltación y júbilo, en una velada al aire libre a cinco grados de temperatura. A las doce de la noche, se encendió la iluminación navideña, apagada hasta entonces. Un reloj gigante marcó el tiempo que quedaba para dejar atrás el 2016 y dar comienzo a un nuevo año auspiciado por un sinfín de nuevos propósitos entre los presentes. "Que haya igualdad entre todos", pidió la pequeña Carla Campins. También "queremos un 2017 lleno de buena salud y después que no nos falte trabajo; algo difícil de mantener hoy en día", aseguró Carmen Vaquer, quien acompañada de su hija Martina Mut y tras haber vivido varios años en la mejicana Cancún, celebraba por primera vez el comienzo de Año Nuevo en un enclave público tan concurrido. El ingenio y los recuerdos de antaño también hicieron acto de presencia el sábado noche. Así, Carlos Pons, escudado por la familia Carrizo, se aferró a la deferencia que según él la hostelería local debería tener con los clientes: "Quiero que los bares de Mallorca hagan como muchos de la Península, donde cada consumición viene acompañada de una tapa".

La noche también contó con la proyección de instantáneas que, con la pretensión de narrar el paso del tiempo y con el reloj de Cort (en Figuera) como protagonista, se proyectaron sobre el Casal Solleric, algo que fue objeto de opiniones positivas. "Me ha parecido algo fantástico", remarcó en este sentido la inglesa Gemma Tindale, en esta su segunda incursión en Palma para abrazar a un nuevo año. Su primera vez fue en Cort el año pasado. Con todo, "el Born es un espacio mucho mejor que Cort para albergar eventos de este tipo ya que permite que más personas puedan disfrutar de la fiesta", señaló Tindale, al tiempo que incidió en el carácter "amigable"de los ciudadanos locales. Su marido, Danniel, londinense de origen, aprovechó para remarcar el carácter "sencillo" de acceso a la celebración: "Aquí no hay tanta aglomeración como en Londres: llegas, te comes las uvas, bailas y te vas".

Durante la Nochevieja la policía incrementó las medidas de seguridad. Se movilizó a un centenar de agentes y el ayuntamiento blindó con jardineras de metal los accesos a la plaza de España y es Born para impedir el acceso al tráfico rodado.

Los DJ's Pep.pone y Jose Karajo continuaron amenizando la fiesta; una juerga que puso el cierre a las tres de la mañana en el Born para trasladarse a zonas como el Paseo Marítimo y Gomila. A discotecas como Tito's, que contó con el reputado DJ Cristian Varela, o Pacha, que se rindió ante la música del también DJ Kiko Navarro.