Nadia Nerea ya se encuentra en Mallorca con su tía materna, encargada de su custodia temporal. La joven de 11 años llegó ayer a la isla en avión procedente de Barcelona, acompañada de sus tíos y de su madre, Marga Garau, en libertad con cargos. Su padre, Fernando Blanco, permanece en prisión acusado de un delito de estafa en su modalidad agravada, ya que supuestamente desvió para otros fines 600.000 de los 918.000 euros que había recaudado en donativos junto a su pareja para el tratamiento de la niña.

Los tíos de la menor tienen desde el pasado sábado la guarda y custodia cautelar de Nadia Nerea, a quien su madre puede visitar solo los fines de semana, sin nocturnidad, según ha dictado la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat, que ha seguido las instrucciones precisas del juez.

A su llegada a Son Sant Joan, los familiares de Nadia, tanto su madre como sus tíos, se negaron a realizar declaraciones a los medios de comunicación que les aguardaban. La pequeña pasó su primera noche entre Binissalem, Consell y Santa Maria, pueblos en los que la familia, incluida la abuela, residen. "La abuela de la niña está muy afectada. Sólo llora y apenas sale a la calle", declaró un vecino a este diario.

La guarda y custodia cautelar es una medida temporal que dura hasta que haya una sentencia firme, o mientras duren las circunstancias que la determinaron, pudiendo entonces solicitarse su levantamiento si éstas cambian. El abogado de Fernando Blanco y su esposa Marga Garau, Alberto Martín, ha tiltado de "barbaridad" esta decisión y ha anunciado que la recurrirá.

El padre de Nadia, en prisión desde el pasado viernes, habría intentado preparar "de forma organizada con su mujer", Marga Garau, "la huida de la familia" al saberse investigado, según el juez que investiga el fraude presuntamente cometido por la pareja.

El titular del juzgado de instrucción número 1 de La Seu d'Urgell (Lleida) envió el pasado viernes a prisión provisional al padre de la niña, que recaudó casi un millón de euros en donativos con la excusa de que su hija padece una enfermedad rara y que en realidad el juez considera que fueron para "el lucro" de los padres.

El juez interpretó que había riesgo de fuga y de destrucción de pruebas, entre otras cosas porque Fernando Blanco ya había viajado a Francia el pasado día 6 "al sospecharse investigado".

Además, el juez considera "factible" que Blanco hubiera intentado "eludir la acción de la justicia" y resalta "el hecho de que el investigado hubiera intentado ya darse a la fuga al tener conocimiento de estar siendo investigado".

Fueron las llamadas telefónicas intervenidas por los Mossos d'Esquadra por orden judicial, las que revelaron las supuestas intenciones de huida de Fernando Blanco.

"Así puede concluirse -establece el juez en el auto de prisión- de las llamadas intervenidas en el presente procedimiento".

El juez hace constar que Blanco cruzó la frontera y pasó a Francia el día 6 de diciembre, cuando ya era investigado.

Además, resalta que "fue constante el empleo de medios para conseguir no ser localizado, tales como el manejo de diferentes números (hasta tres números distintos de diferentes países), llamadas vía whatsapp, maniobras evasivas para no ser seguido o la utilización de una pistola simulada con la finalidad de asegurarse la huida".