La parroquia de Son Cladera congregó ayer a unos sesenta niños disfrazados de alguna figura religiosa, como son los santos y las vírgenes, con motivo de Holywins, fiesta que traducida al español significa "la santidad vence" y que pretende rescatar el sentido de la fiesta católica del día de Todos los Santos.

Con música, juegos y merienda, los más pequeños, junto a sus padres, recordaron las vidas de los santos en una fiesta que pretende - en palabras del sacerdote Eusebi Capel, "poner un poco de luz" frente a una fiesta, la de Halloween, "que deforma el espíritu cristiano y evoca el inicio del año satánico". Para una de las madres que concurría ayer a esta celebración, conmemorar el día de Todos los Santos así, supuso "el contrapunto a la exaltación de lo oscuro".

Ana Díaz, una niña de diez años vestida de Santa Inés, mostraba su satisfacción al "recordar a los que ya no están presentes en nuestra vida". Mientras, la joven Paula Jiménez le daba un sentido positivo al post-mortem: "la muerte está bien porque te permite estar con Dios".

Los niños, ataviados con los ropajes de santos como San Miguel, San Francisco, Santa Madre Teresa de Calcuta o la local Santa Catalina Thomàs, participaron en juegos como una piñata en la que tenían que averiguar quién era la figura religiosa que aparecía impresa en papel. También se cantaron y bailaron canciones como El León de la Tribu de Judá o Quiero ser Santo y en otra actividad se adoró a Dios. "Queremos hacer ver a todos que nuestra meta es el cielo y que todos podemos convertirnos en santos e imitar a muchos tesoros, a muchos modelos de bondad", concluía una de las madres.